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Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet

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LOS ACTORES ARMADOS<br />

zas Policiales se encargarían de los registros casa por casa, las requisas, los interrogatorios, detenciones y capturas,<br />

mientras las Fuerzas Armadas se limitarían a disuadir, perseguir y enfrentar a los elementos armados<br />

de la subversión. 515 No obstante, precisa en otra parte que la persona detenida por las Fuerzas Armadas deberá<br />

ser entregada a la policía o a la instancia judicial pertinente después de haber sido interrogada por la unidad<br />

militar. 516 Esta directiva reconoce también grandes tareas pendientes en materia de inteligencia y contrainteligencia<br />

y, aunque no puede presentar aún resultados en lo referente al conocimiento de la estructura y las<br />

actividades <strong>del</strong> PCP-SL, pone énfasis en la necesidad de obtener esos conocimientos, lo que ya es un paso<br />

importante. Incluye también un claro mandato de organizar a la población para su autodefensa, aprovechando<br />

las organizaciones ya existentes y creándolas, por iniciativa de las Fuerzas Armadas, donde no las hubiere.<br />

517 Indica la importancia de prestar garantías de seguridad para los agentes civiles de los otros sectores <strong>del</strong><br />

Estado que se encargarán de actuar en los campos de acción no militares, pues la estrategia contrasubversiva<br />

incluye cuatro campos de acción: el militar, el económico, el político y el psicosocial. 518 De todos modos, la<br />

acción militar seguía concibiéndose como la más importante.<br />

3.2.7. El apogeo de la subversión<br />

En 1987 el terror alcanza a la ciudad de Lima con el largo apagón de la noche <strong>del</strong> 16 de julio, en la cual hubo<br />

muchos atentados dinamiteros y un coche bomba en la populosa zona de la Plaza de Acho. <strong>Los</strong> asesinatos de<br />

militantes <strong>del</strong> PAP perpetrados por el PCP-SL llegan también a la capital. El militante y funcionario público<br />

Rodrigo Franco es asesinado, presuntamente por el PCP-SL, <strong>del</strong>ante de sus familiares en agosto; en octubre, el<br />

subsecretario nacional <strong>del</strong> PAP Nelson Pozo. <strong>Los</strong> coches bomba se repiten en los meses siguientes, confirmando<br />

en la ciudad la gravedad de las noticias que llegaban <strong>del</strong> interior sobre los avances <strong>del</strong> PCP-SL y <strong>del</strong><br />

MRTA. En noviembre, sesenta miembros <strong>del</strong> MRTA toman temporalmente las pequeñas ciudades de Juanjuí<br />

y San José de Sisa en el departamento de San Martín. Interesados por hacer de eso un evento mediático, los<br />

subversivos <strong>del</strong> MRTA propiciaron la presencia de periodistas de la televisión que grabaron escenas de la<br />

incursión y entrevistaron al jefe de la columna subversiva, Víctor Polay Campos.<br />

El Gobierno entrega a las Fuerzas Armadas el control <strong>del</strong> departamento de San Martín, con lo cual el área<br />

<strong>del</strong> país bajo control militar aumenta considerablemente. Ello no detuvo las actividades <strong>del</strong> MRTA, que realizó<br />

en esa zona de selva y en la sierra central una serie de asaltos y ejecuciones. Mientras tanto, el PCP-SL ataca<br />

en Ayacucho a comunidades campesinas enteras que intentaban zafarse de su control.<br />

De fines de enero a comienzos de febrero de 1988 se realizó en la clandestinidad la primera sesión <strong>del</strong><br />

primer Congreso <strong>del</strong> PCP-SL. Como una señal <strong>del</strong> desarrollo cualitativo de la guerra popular, columnas <strong>del</strong><br />

PCP-SL empiezan a atacar reiterada y temerariamente a las patrullas militares. En mayo ocurrió una emboscada<br />

a un convoy militar, lo que ocasionó una feroz represalia de las Fuerzas <strong>del</strong> Ejército contra la población<br />

de la localidad de Cayara. Cundió la noticia de la masacre de más de cincuenta campesinos a manos de militares.<br />

Viajaron al lugar el ministro de Justicia Camilo Carrillo, el ministro de Defensa General López Albújar, el<br />

decano <strong>del</strong> Colegio de Abogados de Lima Raúl Ferrero y el obispo auxiliar de Lima Augusto Beuzeville, quienes<br />

manifestaron no haber encontrado «muestras de bombardeos, incendios o combates producidos en la<br />

localidad». Pero los testimonios de los habitantes llevaron el asunto hasta la Fiscalía de la Nación. El jefe <strong>del</strong><br />

Comando Político Militar de la zona, general José Valdivia Dueñas, dijo que no hubo una sola víctima inocentes<br />

en Cayara y que se trata de un montaje de los terroristas para desprestigiar a las Fuerzas Armadas.<br />

Entre agosto y septiembre de 1988 tuvo lugar la segunda sesión <strong>del</strong> primer Congreso Nacional <strong>del</strong> PCP-SL.<br />

Ante una convocatoria a paro de la Central de Trabajadores <strong>del</strong> Perú, el PCP-SL convoca paro armado para los<br />

días de huelga y logra superponer a la acción sindical sus prioridades de guerra. La presencia <strong>del</strong> PCP-SL en el<br />

escenario nacional se favoreció cuando fue difundida la llamada «entrevista <strong>del</strong> siglo», realizada a Abimael<br />

Guzmán Reinoso por El Diario, órgano de prensa vinculado al PCP-SL. Pese a que la gran mayoría de los ejemplares<br />

fueron incautados, este texto tuvo un impacto profundo en la opinión pública, por su contenido fanático,<br />

totalitario, lleno de desprecio por la dignidad humana y, al mismo tiempo, estratégicamente lúcido.<br />

515 Ibídem, p. 21.<br />

516 Ibídem, p. 14.<br />

517 Ibídem, p. 19.<br />

518 Ibídem, p. 10.<br />

TOMO II PÁGINA 193

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