Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN SEGUNDA CAPÍTULO 1<br />
cas. Yo no me explico para qué. No me explico por qué nos estamos militarizando así los policías, si nosotros somos<br />
agentes de trabajo social y no militares [...] Nosotros tenemos otro tipo de trabajo, otra razón de ser. 347<br />
Palacios enfatizaba que lo necesario era que la policía comenzara a prevenir la comisión de atentados, y<br />
capturar a los autores. Para eso, requerían una mejor producción de inteligencia. Las limitaciones de ésta eran<br />
«nuestro talón de Aquiles. [...] en Lima tenemos una segunda organización paralela al Comité Regional Metropolitano<br />
que es el Socorro Popular. ¿Quién trabaja contra el Socorro Popular? ¿<strong>Los</strong> aparatos de inteligencia<br />
trabajan sobre ellos? ¡Nadie! Nunca hemos recibido un trabajo de un servicio de inteligencia que me diga:<br />
Anda a tal sitio y captura a fulano de tal. <strong>Los</strong> trabajos se hacen con los ojos vendados». 348 En efecto, como ya se<br />
ha comentado para el caso de la DIGIMIN, el tipo de informes de inteligencia que producían los servicios de<br />
inteligencia 349 priorizaban proyecciones de tipo político que no servían mucho para el trabajo operativo cotidiano<br />
de la DIRCOTE. La DIRCOTE tenía ya ubicado a Socorro Popular y sabía de su importancia. Esta sería<br />
la pista que seguiría el trabajo inicial <strong>del</strong> grupo especial de análisis (Asesoría Legal) y luego el famoso GEIN,<br />
hacia 1990, y que los conduciría finalmente a la captura de Guzmán.<br />
Con respecto con las Fuerzas Policiales, otro problema que tenían es que las «respuestas que damos son<br />
torpes, le hacemos el juego a la subversión. Muchas veces se detiene a gente inocente, gente que venía de un<br />
matrimonio, que salía de un bautizo, que nada tenía que ver con el terrorismo. Y nosotros por cumplir con la<br />
función decimos ¡ya! Capturamos veinte y los acusados: estos son. ¡Veinte sospechosos por salir de una fiesta<br />
familiar!». 350 Con esto Palacios se refiere, fundamentalmente, a las batidas que realizaba personal de la Guardia<br />
Civil (comisarías, patrulleros) luego de los atentados y que saturaban con detenidos las instalaciones de la<br />
DIRCOTE. Esto los obligaba a perder tiempo. Luego tenían que ocuparse de la revisión domiciliaria. En casi el<br />
100% de los casos no encontraban nada que vinculara a los detenidos y los dejaban en libertad.<br />
Palacios era muy consciente de que este tipo de atropellos y otros abusos cometidos por policías los alejaban<br />
aun más de la población. Por eso, añade una crítica contundente sobre la imagen pública entonces percibida<br />
<strong>del</strong> policía militarizado y alejado de la ciudadanía:<br />
Les voy a decir lo que yo pienso señores: el policía debe ser un hombre de proyección social, un hombre que viva<br />
y trabaje en la comunidad; se identifique con ella y ella también con el policía. Ese día estaremos dando el primer<br />
paso para ganar masas. Porque nosotros somos el espejo que tiene el Estado con el poblador, con el ciudadano.<br />
[...] Es un error pensar que mientras más armas tengamos tenemos más posibilidades de triunfar. Si yo como civil<br />
me acerco a un policía repleto de armas me siento temeroso. Es más llega un civil a una dependencia policial y lo<br />
tratan mal. Yo considero que es un problema de formación cuando el policía sale de su escuela desligado de la<br />
sociedad. Vemos policías que quieren que los civiles les rindan pleitesía. Y es que nos han separado, nos han desligado<br />
completamente de la sociedad. 351<br />
Para tratar de estrechar la brecha trazada entre la población y las fuerzas <strong>del</strong> orden, el oficial propone la<br />
necesidad de que tanto la policía como las Fuerzas Armadas traten de integrar a poblaciones lejanas dentro de<br />
una estrategia de guerra política; entre otras acciones, que empezaran a trabajar en una campaña psicosocial<br />
que intentara volver a acercar a la población al Estado basado en el supuesto de la necesidad de combatir<br />
también ideológicamente al PCP-SL, grupo político antes que todo. Por ello, terminaba su conferencia señalando<br />
que hay «un sinnúmero de cosas por hacer señores. Tenemos que manejar la imaginación creativa. Ya<br />
para terminar les digo que yo creo que si nosotros empezamos a sancionar y nos comprometemos con la comunidad,<br />
pues SL va a encontrar serios obstáculos». 352<br />
347 La República, 19 de marzo de 1989, p. 14.<br />
348 Ibídem.<br />
349 Incluyendo el trabajo deficiente realizado por las direcciones de inteligencia de las FFPP y después por la DIRIN-PNP (CVR.<br />
Entrevista. 7 de mayo de 2003. García).<br />
350 La República, 19 de marzo de 1989, p. 15.<br />
351 Ibídem.<br />
352 Ibídem.<br />
TOMO II PÁGINA 140