Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
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LOS ACTORES ARMADOS<br />
porque Túpac Amaru procedía de esta zona, y fue también en esta zona, Tinta, donde se alzó en armas contra<br />
los españoles» (MRTA 1990: 44).<br />
Desde fines de 1983, unos veinte miembros <strong>del</strong> MRTA habían sido trasladados a la provincia de Paucartambo<br />
(departamento <strong>del</strong> Cusco) donde instalaron su campamento principal y establecieron dos lugares de<br />
tránsito. Sin embargo, el 27 de noviembre de 1984, nueve de ellos fueron capturados por la policía, decomisándoles<br />
fusiles de guerra, gran cantidad de municiones y uniformes. Para el MRTA, ese fue «un durísimo<br />
golpe» como consecuencia <strong>del</strong> «liberalismo, la superficialidad y el desorden con que trabajaban» sus militantes<br />
(MRTA 1990: 45).<br />
Esta captura no fue dada a conocer por la policía de inmediato, por lo que, ante el temor de que los desaparecieran,<br />
el MRTA secuestró a Vicky Peláez y a un camarógrafo <strong>del</strong> noticiero «90 Segundos» el 8 de diciembre<br />
en horas de la mañana a fin de denunciar públicamente la detención de sus militantes y buscar, así,<br />
preservar su integridad. El comunicado leído por un encapuchado Víctor Polay no fue transmitido por Frecuencia<br />
2 (canal 2 en Lima) debido a la presión <strong>del</strong> Gobierno. Sin embargo, los directivos <strong>del</strong> canal, ante las<br />
amenazas de los subversivos, autorizaron su difusión en horas de la noche. Poco después, la periodista y su<br />
camarógrafo fueron liberados.<br />
De otro lado, en Lima, desde 1984, el MRTA había dividido a sus militantes en grupos de autodefensa y<br />
milicias urbanas, encargando a éstas la ejecución de acciones subversivas en la ciudad. Además, se había contemplado<br />
la creación de «fuerzas especiales» 665 en sus zonas de operaciones como otro elemento importante<br />
de su estructura militar.<br />
Posteriormente, en febrero de 1985, el MRTA realizó su II Comité Central en el que reafirmó la percepción<br />
de encontrarse en un período «pre-revolucionario». Esta visión no concordaba con lo que venía ocurriendo en<br />
el país. La IU venía conduciendo la gestión municipal en la alcaldía de Lima y en otras municipalidades provinciales<br />
y distritales, lo que iba legitimando el régimen democrático. Asimismo, el Partido Unificado Mariateguista<br />
(PUM) 666 se había convertido en una de las más importantes organizaciones de IU, con una presencia<br />
destacada en los movimientos sindicales, mineros, campesinos y barriales. Y, a pesar de su discurso radical,<br />
no tuvieron las intenciones de plegarse a la lucha armada en el corto plazo. Por último, el PAP se perfilaba<br />
como el probable ganador de las elecciones generales de 1985 gracias, entre otras razones, a su discurso renovado<br />
y al carisma de su candidato, Alan García Pérez, quien había encabezado la oposición parlamentaria al<br />
gobierno de Fernando Belaunde Terry hasta entonces.<br />
En otras palabras, mientras la voluntad de cambio de amplios sectores de la población empataba con opciones<br />
políticas que, a pesar de la retórica radical, nacionalista y antiimperialista, se ajustaban a las reglas y<br />
procedimientos democráticos, el MRTA pretendía «madurar» el «período prerrevolucionario» hacia una «situación<br />
revolucionaria».<br />
Hasta ese momento, los dirigentes <strong>del</strong> MRTA sostenían que con sus acciones políticas y militares habían<br />
abierto un nuevo espacio «revolucionario» dentro <strong>del</strong> «campo popular» y en la escena política nacional. A<br />
decir <strong>del</strong> MRTA, tanto IU como el PCP-SL formaban parte <strong>del</strong> mismo campo popular, aunque mantenía discrepancias<br />
con ambos. El MRTA no se asumía como un proyecto político-militar alternativo y excluyente de<br />
las organizaciones y partidos políticos de izquierda; por el contrario, siempre afirmó que era imprescindible<br />
contar con la más amplia unidad de las fuerzas populares como garantía para el triunfo de la revolución en el<br />
país. Estas afirmaciones estaban contenidas desde tiempo atrás en sus documentos iniciales. 667<br />
En cuanto a la definición de su estrategia denominada «guerra revolucionaria <strong>del</strong> pueblo», un primer esbozo<br />
fue formulada en el documento «El MRTA y la revolución peruana», publicado en mayo de 1985. Para ellos la<br />
[la guerra es la] práctica de la política a través de otros medios, concretamente en el uso de la violencia revolucionaria;<br />
teniendo en cuenta que se han agotado de manera fundamental los medios legales de lucha en la búsqueda<br />
665 La Fuerzas Especiales fueron consideradas por el MRTA como «unidades de élite» que cumplían actividades en la «retaguardia <strong>del</strong><br />
enemigo» (1988: 61).<br />
666 En 1984, tres fuerzas políticas, integrantes de IU, el MIR Confluencia, Vanguardia Revolucionaria y un sector mayoritario <strong>del</strong> Partido<br />
Comunista Revolucionario (PCR), se unificaron y fundaron el Partido Unificado Mariateguista (PUM).<br />
667 Para mayor detalle ver el documento «Nuestra posición», escrito en julio de 1981, y el documento «Situación política y perspectivas», I<br />
Comité Central <strong>del</strong> MRTA, publicado en enero de 1984.<br />
TOMO II PÁGINA 261