Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN SEGUNDA CAPÍTULO 1<br />
des que su grupo practica son guerra irregular que viola todas las leyes de la guerra. Segundo, se establece que<br />
es un <strong>del</strong>incuente común de alta peligrosidad, cuya acción criminal extraordinaria ha obligado al gobierno a<br />
emplear la fuerza armada para detenerlo. Y, como ha sido detenido por la fuerza armada, tiene que ser interrogado<br />
preliminarmente por ésta antes de ser puesto a disposición de policías y magistrados. El interrogatorio<br />
militar no forma parte de la acción penal, no tiene jurisdicción en ella, pero el detenido no es tampoco un prisionero<br />
de guerra que el Derecho Internacional Humanitario proteja. El interrogatorio de contrainteligencia se convierte,<br />
pues, en un espacio de indefensión total <strong>del</strong> detenido. En esto reside la «vulnerabilidad psicológica» <strong>del</strong><br />
insurrecto detenido que es la condición básica para que el interrogatorio de inteligencia tenga éxito.<br />
Las instrucciones para los interrogatorios en los manuales militares que ahora analizamos siguen las enseñanzas<br />
de los manuales de la CIA de los años sesenta, especialmente el KUBARK Counterintelligence Interrogation<br />
de 1963. En los manuales <strong>del</strong> Ejército, la regla básica es someter al detenido al más estricto aislamiento, privándolo<br />
de toda referencia clara sobre lo que ocurre alrededor. Si el individuo consiguiera de alguna forma la seguridad<br />
de que su reclusión va a terminar en cierto plazo, eso bastaría para elevar sus defensas psicológicas e impediría<br />
obtener información a través de él. No debe saber ni dónde está, ni adónde lo llevan, ni por qué lo han<br />
detenido, ni la identidad personal de sus captores. Las instalaciones de reclusión descritas en los manuales son<br />
claramente prisiones clandestinas. En estos manuales, no se hace diferencia para este fin entre personas que han<br />
cometido actos ilegales y otras personas que son interrogadas porque han sido identificadas como fuentes de<br />
información aunque no hayan cometido ninguna acción ilegal. <strong>Los</strong> manuales de la CIA son mucho más precisos<br />
y explícitos que estos manuales <strong>del</strong> Ejército. Human Resource Exploitation Training Manual-1983 es una versión<br />
actualizada <strong>del</strong> KUBARK. Lo conocemos en una copia que contiene modificaciones escritas a mano con el propósito<br />
de corregir las frases que van contra la política oficial de derechos humanos. Según Human Resource Exploitation,<br />
las detenciones deben hacerse al amanecer, por ser la hora en que el individuo es psicológicamente<br />
más pasivo. Se lo debe vendar y amordazar de inmediato, desnudarlo por completo, transportarlo y confinarlo<br />
incomunicado, a fin de que pierda el sentido <strong>del</strong> tiempo transcurrido. La sala de interrogación tiene una pesada<br />
puerta de hierro, porque ello impresiona al interrogado, no tiene ventanas y no permite el ingreso de sonido<br />
alguno, de forma que puedan manejarse los estímulos luminosos y sonoros que llegan al interno para poder<br />
desorientarlo. La celda de reclusión y los pasillos hacia ella tienen semejantes características. <strong>Los</strong> ritmos de alimentación<br />
y sueño deben ser alterados, incluso el acceso a letrinas debe estar supeditado a la autorización <strong>del</strong><br />
interrogador. Aunque ambos manuales de la CIA incluyen capítulos sobre técnicas coercitivas, precisan que las<br />
técnicas de tortura suelen ser contraproducentes para la obtención de información y que la amenaza de dolor es<br />
más efectiva que el dolor mismo. No se descarta que se emplee la fuerza para desmontar las defensas psicológicas<br />
<strong>del</strong> interrogado y convencerlo de que las amenazas van a realizarse. Pero el dolor por sí mismo, provocado<br />
fuera de este proceso psicológico de inseguridad creciente, no es conveniente para el interrogatorio. <strong>Los</strong> interrogadores<br />
deben turnarse y repartirse roles, a fin de prolongar la presión sobre el interrogado, llevarlo a extremos<br />
de agotamiento físico, extremos de calor, de frío, privarlo <strong>del</strong> sueño («La cama debe ser mínima, catre y manta,<br />
no colchón. La idea es impedirle al sujeto relajarse y recuperarse <strong>del</strong> shock» E-3), y, en los casos en que sea conveniente,<br />
recurrir a la hipnosis, a drogas y placebos.<br />
El uso de los manuales <strong>del</strong> Ejército y de la CIA en el entrenamiento fue interrumpido a fines de 1991 por<br />
la administración Bush. El Departamento de Defensa abrió una investigación sobre los siete manuales <strong>del</strong><br />
ejército y presentó los resultados en un informe a la comisión de inteligencia <strong>del</strong> Congreso. Se identificaron<br />
numerosos pasajes violatorios de la política de derechos humanos <strong>del</strong> Departamento de Defensa. En un pasaje<br />
central <strong>del</strong> informe, se formula una explicación aparentemente ingenua, pero en verdad reveladora, de las<br />
causas de la falta de control democrático sobre esta actividad.<br />
Implicancias para la supervisión de inteligencia (U)<br />
(U) Una mala interpretación de las regulaciones de supervisión de inteligencia (IO) puede haber contribuido<br />
también indirectamente a la falla <strong>del</strong> sistema. El personal de inteligencia <strong>del</strong> Ejército involucrado en la preparación<br />
y presentación de los cursos de inteligencia no supo reconocer que los materiales en los planes y manuales<br />
de las lecciones contravenían las políticas <strong>del</strong> Departamento de Defensa. Nuestras entrevistas revelaron que estos<br />
individuos asumieron erróneamente que las regulaciones de supervisión de inteligencia <strong>del</strong> Departamento de<br />
Defensa y <strong>del</strong> Ejército que implementan el E.O. 12333 eran aplicables sólo a personas estadounidenses y que no se<br />
aplicaban al entrenamiento de personal extranjero. Su preparación en supervisión de inteligencia se enfocó bási-<br />
TOMO II PÁGINA 216