Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
PRIMERA PARTE SECCIÓN SEGUNDA CAPÍTULO 1<br />
Con la suspensión de acciones militares, la dirigencia de la organización subversiva pretendía ganar las<br />
simpatías de la población que votó tanto por el PAP como por IU y de la militancia de ambas organizaciones<br />
políticas. Asimismo buscaba diferenciarse en los hechos, <strong>del</strong> PCP-SL y consolidar su presencia política a nivel<br />
nacional, presentándose como una organización alzada en armas que tomaba la iniciativa «en el plano político<br />
con una actitud dialogante, de madurez y comprensión política» (MRTA 1990: 81). Sin embargo, en el corto<br />
plazo, la ejecución de acciones contra blancos considerados <strong>del</strong> «imperialismo», las fuerzas <strong>del</strong> orden y contra<br />
las grandes empresas crearon inestabilidad y zozobra al recién instalado gobierno aprista, cancelando con ella<br />
la posibilidad de algún diálogo con el gobierno.<br />
En tanto, en la militancia <strong>del</strong> MRTA, esta suspensión unilateral provocó desconcierto, cuestionamiento<br />
y el retiro de no pocos de sus militantes. Para algunos dirigentes regionales <strong>del</strong> MRTA, la medida apareció<br />
como una decisión tomada sólo por la dirigencia nacional. «Un día salen y dicen: “vamos a darle tregua”.<br />
¿Pero cómo?, ¿cuándo hemos hablado? Además, forjados en una larga historia de anti aprismo, eso nos<br />
supo a chicharrón de sebo. Defender lo indefendible, pelearnos, luchar, volver a convencer [a los militantes<br />
y simpatizantes] y apelar a la convicción revolucionaria más que al hecho político real» («Mateo»). 677 En<br />
Huancayo, algunos miembros <strong>del</strong> MRTA se pasaron a las filas <strong>del</strong> PCP-SL, en el que veían más consecuencia<br />
y una línea política mejor definida.<br />
La suspensión de acciones permitió al MRTA reiniciar sus exploraciones con el fin de ubicar una zona rural<br />
donde asentar una futura columna guerrillera. Asimismo, con la finalidad de que sus militantes adquirieran<br />
experiencia, enviaron a fines de 1985 a un grupo de militantes a Colombia. 678 Este contingente subversivo,<br />
junto a los militantes de la organización Alfaro Vive ¡Carajo! <strong>del</strong> Ecuador y <strong>del</strong> M-19, formaron el Batallón<br />
América en 1986 y participaron en acciones guerrilleras contra las fuerzas <strong>del</strong> orden colombianas (MRTA<br />
1990: 89-91). Finalmente, en el ámbito nacional, el MRTA, buscó intensificar sus relaciones con los partidos y<br />
organizaciones de izquierda bajo la perspectiva de sumar esfuerzos a su proyecto.<br />
Desde agosto, las acciones militares <strong>del</strong> MRTA continuaron contra blancos «imperialistas» y las fuerzas<br />
<strong>del</strong> orden que habían «agredido al pueblo». Así, durante noviembre, una serie de acciones de propaganda,<br />
conmemorando un aniversario más <strong>del</strong> levantamiento de Túpac Amaru, se efectuaron en las ciudades de Lima,<br />
679 Huancayo, Chiclayo, Chimbote y Cusco. Por último, en diciembre, organizaron «repartos populares» en<br />
algunos barrios populares en Lima, distribuyendo productos de primera necesidad robados de camiones repartidores<br />
de importantes firmas comerciales.<br />
Entre el 9 y 14 de febrero de 1986, el MRTA realizó su III Comité Central en Lima, con el fin de evaluar el<br />
cumplimiento de sus metas y objetivos durante 1985. Se reunieron los integrantes <strong>del</strong> Comité Ejecutivo Nacional,<br />
el Comité Central y los responsables de las diversas estructuras políticas y militares de la organización.<br />
Su balance fue positivo, al considerar que habían «conquistado un espacio político importante en la escena<br />
nacional y aún internacional».<br />
Sin embargo, hasta ese momento, pese a su visible presencia en los medios masivos de comunicación, el<br />
MRTA no había logrado influir de manera significativa ni mucho menos conducir importantes movimientos<br />
sindicales, campesinos, barriales, estudiantiles o populares (los que se encontraban hegemonizados por los<br />
partidos de la izquierda legal, agrupados en IU).<br />
En el III Comité Central, la dirigencia subversiva señaló también algunos de sus errores, como la campaña<br />
para que el electorado anulara su voto en las elecciones presidenciales; en esta ocasión, consideraron que lo<br />
correcto hubiera sido pedir que se votase por la oposición representada por IU. Por otro lado, se señaló que<br />
muchos responsables de sus instancias organizativas carecían de una adecuada formación política e ideológica<br />
y de la experiencia necesaria para ejercer tales responsabilidades, generándoles una serie de problemas.<br />
677 CVR. Entrevista. Agosto de 2003. Mateo es el seudónimo de un ex dirigente <strong>del</strong> MRTA recluido en un penal de máxima seguridad.<br />
678 Esto, a su vez, resultaba un apoyo al Movimiento 19 de abril (M-19), que había perdido más de un centenar de sus militantes durante el<br />
asalto al Palacio de Justicia colombiano el 6 de noviembre de 1985.<br />
679 El 5 de noviembre, el MRTA atacó el puesto policial de Playa Rímac en represalia contra los policías que desalojaron en forma violenta a<br />
miles de pobladores que ocupaban de manera ilegal los terrenos <strong>del</strong> ex fundo Garagay. El 6 de noviembre, un comando subversivo atacó con<br />
cargas explosivas el Casino de Oficiales de la Guardia Republicana como «escarmiento» contra sus miembros que habían debelado un motín<br />
de internos <strong>del</strong> PCP-SL en el penal Lurigancho con el saldo de más de treinta personas muertas, hecho ocurrido el 4 de octubre.<br />
TOMO II PÁGINA 264