Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN SEGUNDA CAPÍTULO 1<br />
2.4.4. El seguimiento de los pasos dados por los grupos especiales de la DIRCOTE<br />
Como es de esperarse, la purga de oficiales iniciada por el Gobierno, fue acompañada con el cambio <strong>del</strong> comando<br />
de varias unidades policiales. El 30 de julio de 1990 fue nombrado como director general de la PNP el<br />
teniente general Adolfo Cuba y Escobedo. 401 El mismo día, se nombró también a los generales PNP Víctor<br />
Alva Plasencia, Humberto Fuentes López y José Zuta Valqui como directores superiores de la Policía General,<br />
Policía Técnica y Policía de Seguridad, respectivamente. 402 Mientras tanto, el general PNP Enrique Oblitas<br />
Jaén sería nombrado como nuevo director de la DIRCOTE.<br />
A pesar de las dificultades iniciales y de ver pasar a su gestor y protector al retiro, 403 la labor <strong>del</strong> GEIN<br />
prosiguió. La información recabada en la casa de la Calle 2, permitió ubicar a los «camaradas» «Abel» (Luis<br />
Arana Franco) —jefe <strong>del</strong> Grupo Especial de Trabajo, componente <strong>del</strong> aparato de logística <strong>del</strong> PCP-SL, que<br />
operaba desde la Academia preuniversitaria César Vallejo— y «Ricardo» (Hugo Deodato Juárez Cruzattt) —<br />
responsable <strong>del</strong> aparato de propaganda <strong>del</strong> PCP-SL—. Se inician, por tanto, dos nuevas operaciones para el<br />
seguimiento <strong>del</strong> rastro de los mismos: la Operación Huascaura, destinada a desarticular el aparato de logística<br />
<strong>del</strong> PCP-SL, y la Operación Monterrico 90, destinada al seguimiento <strong>del</strong> aparato de propaganda. La intervención<br />
operativa de esta última, <strong>del</strong> 15 al 19 de septiembre de 1990, culminará con la captura <strong>del</strong> 80% de los integrantes<br />
<strong>del</strong> aparato de propaganda, incluyendo a su responsable, Hugo Deodato Juárez Cruzatt. Según Jiménez<br />
(2001), este último era considerado por Guzmán como su <strong>del</strong>fín y debía sucederlo si algo le pasaba.<br />
En diciembre de 1990, el general PNP Héctor Jhon Caro es nombrado como nuevo director de la<br />
DIRCOTE. Para ello, «se había movido la Cruz Roja Internacional [...] porque no les dieron entrada. A mí me<br />
plantearon que todos los días deberían entrar hombres a conversar con los detenidos y una serie de cosas, y<br />
sabían que la gente ahí se colgaba 404, 405 en la DINCOTE [entonces DIRCOTE]. 406<br />
Jhon Caro brindará mayor apoyo al conjunto de los grupos operativos de la DIRCOTE. Propuso, además,<br />
a Javier Palacios —que acababa de regresar <strong>del</strong> INAEP— conformar un grupo especial similar al GEIN, para<br />
fortalecer el trabajo de búsqueda de los dirigentes principales de los grupos subversivos. Dicho grupo sería<br />
bautizado por Palacios como Brigada Especial de Detectives (BREDET) en 1991 cuando fue a pedir apoyo<br />
económico a representantes <strong>del</strong> Departamento de Estado de los Estados Unidos. El BREDET aprovecharía<br />
para su trabajo los datos proporcionados por informantes u obtenidos de las mesas de escucha instaladas en<br />
sus hogares. Asimismo, fue vinculado a una institución que ofrecía recompensas por la captura de los dirigentes<br />
miembros <strong>del</strong> PCP-SL y <strong>del</strong> MRTA, conocida como «La Fuerza de la Ley». Ésta dispuso una línea telefónica<br />
para recibir información, que fue analizada por los agentes de la BREDET. 407<br />
Palacios fue cambiado de la DIRCOTE durante ese año, luego de negarse a cumplir una orden dada por<br />
Vladimiro Montesinos desde el SIN. Éste envió al BREDET una lista de personas sindicadas como terroristas y<br />
ordenó a dicho grupo elaborar un atestado para poder aprehenderlas. Palacios se negó a ello, luego de constatar<br />
que, salvo en un caso, nada en sus antecedentes indicaba una vinculación con los grupos subversivos. Respondió<br />
que sólo cumpliría con la orden si ésta era puesta por escrito. Como castigo por su osadía, sería alejado<br />
poco después de la DIRCOTE. Además de la confrontación, Palacios contaba con el mal antecedente de<br />
haber participado en la investigación sobre el caso «Villa Coca» 408 en 1985. Se especula que ésa fue otra de las<br />
razones de su cambio, como sucedió también con otros policías de importancia en la DIRCOTE: «[...] el coronel<br />
Palacios que es una eminencia. ¿Por qué lo sacan a Palacios? Tuvo la misma que esos tres muchachos que<br />
le conté [Díaz Marín, Elías y Murazzo, miembros notables de la DIRCOTE] [...] y ellos siendo tan importantes<br />
401 Resolución suprema 0300-90-IN/DM.<br />
402 Resolución suprema 301-90-IN/DM.<br />
403 El teniente general Reyes fue Director de la Policía Técnica hasta ser pasado al retiro en la purga de julio de 1990.<br />
404 Jhon Caro refiere que nombró al coronel Tumba Ortega como responsable para que le «cuide las espaldas» y vigile que no haya<br />
«quejas que los cuelguen ni que se muera ninguno en los calabozos» (CVR. Entrevista. 23 de abril de 2003. General (r) Jhon Caro).<br />
405 La colgada era una modalidad de tortura. Para mayores detalles, véase capítulo de tortura.<br />
406 CVR. Entrevista. 23 de abril de 2003. General (r) Jhon Caro.<br />
407 Es preciso señalar, sin embargo, que, por lo menos en los primeros meses en los que Palacios estuvo en dicho grupo, la información<br />
recabada por dicha vía no fue de mayor utilidad; en sus palabras, «Cero puntos» (CVR. Entrevista. 20 de marzo de 2003. Coronel PIP (r)<br />
Palacios).<br />
408 Investigación de la red de narcotráfico de Reynaldo Rodríguez López con la que Montesinos habría estado vinculado.<br />
TOMO II PÁGINA 150