Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN SEGUNDA CAPÍTULO 1<br />
Estado a fin de someter o eliminar las actividades enemigas, porque esto es precisamente una guerra política.<br />
Ello es así porque se percibe que la amenaza exterior se materializa al mismo tiempo como amenaza interior:<br />
En su intento por destruir nuestra nación y nuestro pueblo, los imperialistas [RPCH] hacen uso de tales recursos<br />
como anestesia ideológica, infiltración en las organizaciones e instigación de las masas además <strong>del</strong> empleo <strong>del</strong><br />
poder y la diplomacia para crear traidores y el caos político interno. (Wang Sheng 1981: 2)<br />
Ante tales amenazas es necesario, según esta doctrina, desplegar una compleja actividad que emplea todos<br />
los medios políticos pero en verdad es guerra.<br />
En consecuencia, el uso de la violencia está restringido en este tipo de guerra. 580 Esta restricción responde<br />
a las mismas razones que restringen el uso de la violencia en las operaciones de contrainteligencia. No se trata,<br />
pues, de limitar el despliegue de fuerza destructiva para no vulnerar derechos de las personas, sean los<br />
derechos de los ciudadanos, los derechos que protegen las leyes internacionales de la guerra o los derechos<br />
humanos en general. El uso de la violencia está restringido en la guerra política porque en ésta las ventajas<br />
estratégicas no se consiguen en el campo de batalla, sino en medio de los <strong>del</strong>icados tejidos de una sociedad.<br />
El poderío militar permanece en el «centro» de la guerra política. Ésta, que es llamada también, más expresivamente,<br />
«guerra ideológica total», consigue las ventajas estratégicas que permiten obtener simultáneamente la<br />
victoria política y la militar. En el momento de estas victorias simultáneas, se habría alcanzado el antiguo ideal<br />
chino de vencer al enemigo sin hacer uso de la violencia. La toma de posesión militar acontecería sin necesidad<br />
de dar batalla. Lo decisivo habría acontecido en el ámbito de lo intangible, donde acontece el cambio psicológico-ideológico<br />
<strong>del</strong> enemigo y de la población, donde la inteligencia consigue que el enemigo se comporte tal como<br />
le induce a hacerlo nuestra estrategia, donde el peso de las masas se hace sentir según la voluntad de nuestras<br />
organizaciones. En ese glorioso momento, cuando la guerra política estuviese en su «cenit», la guerra militar<br />
estaría ganada de antemano. La guerra política está en condiciones de asegurar el buen éxito de la acción militar<br />
porque tiene lugar más allá de los límites de ésta. La guerra política modifica las condiciones sociales que son<br />
trasfondo y contexto <strong>del</strong> esfuerzo militar. Lo que los combatientes militares no pueden hacer para que el enemigo<br />
quede debilitado y quebrantado antes de la batalla, lo hacen los combatientes de la guerra política:<br />
Primero. - En términos <strong>del</strong> espacio, la guerra militar tiene campos de batalla determinados, su vanguardia y su<br />
retaguardia, mientras que la guerra política no está restringida por el espacio, no existiendo por ende ni una vanguardia<br />
ni una retaguardia.<br />
Segundo. - En términos de tiempo, existe [en la guerra militar] una demarcación evidente durante la movilización,<br />
la beligerancia y la desmovilización. Sin embargo, en la guerra política, tanto la movilización, la beligerancia<br />
como la desmovilización pueden empezar y terminar en cualquier momento.<br />
Tercero. - En términos de combatientes, se impone [en la guerra militar] condiciones de edad, sexo y condiciones<br />
físicas a los combatientes de vanguardia y a los trabajadores encargados de la producción en retaguardia. Además,<br />
los combatientes de primera línea deben de llevar uniformes y equipos establecidos. Sin embargo, en el<br />
campo de la guerra política no existe esto.<br />
Cuarto. - En términos de tipos de combate la guerra militar debe pasar por las necesarias matanzas y derramamientos<br />
de sangre. Pero la guerra política es en su mayor parte intangible, aunque a veces pudiera envolver<br />
muertes y derramamientos de sangre. (Wang Sheng 1981: 10)<br />
Todas las acciones de la guerra política, a saber, las acciones coordinadas de guerra psicológica e ideológica,<br />
de obtención de información sobre el enemigo y desvío estratégico de sus propósitos a favor de los nuestros,<br />
y de conquista de la conducta de la población mediante la superioridad de las propias organizaciones<br />
sobre las <strong>del</strong> enemigo, todas se llevan a cabo más allá de los límites de la actividad militar. Sobrepasar estos<br />
límites no significa aquí dejar atrás la actitud bélica. En la guerra política, hay derecho a matar, así como hay<br />
580 En uno de los cuadros de un material de enseñanza manuscrito <strong>del</strong> curso de Taiwán, se emplea una fórmula numérica para explicar la<br />
naturaleza de la guerra política:<br />
«La dirección estratégica de la guerra anticomunista<br />
– 30% de las Fuerzas Armadas; 70% de la política<br />
– 30% de vanguardia; 70% de retaguardia<br />
– 30 % de [fuerza] física; 70% de psicología<br />
– 30% de acto combativo; 70% de línea indirecta<br />
– se trata de política como el modo principal, la fuerza armada como el modo secundario; la ideología como vanguardia, la fuerza armada<br />
como retaguardia; la retaguardia como combate principal, la vanguardia como el combate secundario; se reúnen interna y externamente,<br />
se coordinan uno a otro, se responden uno a otro».<br />
TOMO II PÁGINA 218