Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
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LOS ACTORES ARMADOS<br />
policía. Entonces, había que estar bien con él porque él era el hombre que podía asignar recursos y todo lo<br />
demás. El que no está bien con el partido no está en línea de carrera, ¿no?». 294<br />
Pero fue también un mediador tanto en las rencillas entonces existentes entres los distintos institutos policiales,<br />
que no permitían la realización de un trabajo más articulado incluso una vez creada la Policía Nacional,<br />
como entre los intereses policiales y las decisiones de los ministros que asumieron la dirección antes que él.<br />
Como ya hemos visto, tuvo una relación directa con la DOES, cuerpo de élite que lo llenaba de orgullo. Él<br />
apostó por la necesidad de su creación y llamativo equipamiento. Favoreció muchas veces a sus miembros en<br />
desmedro de policías de otras unidades (CVR. Entrevista. 10 de octubre de 2002. General PNP). 295 Por otro<br />
lado, para el caso de la DIRCOTE, Mantilla jugó un papel clave, pues permitió canalizar demandas y concretar<br />
una mejor articulación <strong>del</strong> trabajo cotidiano con otras unidades policiales. Su estrategia fue asegurar una<br />
comunicación directa brindando mayores márgenes de autonomía para el desarrollo <strong>del</strong> trabajo sin tanta presión<br />
y control a cambio de estar continuamente informado de los logros de la unidad y el estado de la subversión<br />
en el país. En su trato, Mantilla es horizontal y comparte las preocupaciones cotidianas propias <strong>del</strong> trabajo<br />
con el personal. Como ya se ha mencionado anteriormente, tuvo algunos gestos de importancia como llevar<br />
comida al personal de la unidad que trabaja hasta altas horas de la noche. Dadas las condiciones de precariedad<br />
en que se desenvuelve el trabajo, 296 estos gestos son valorados y resultan siendo importantes. Por otro<br />
lado, Mantilla no solamente llega personalmente casi a diario a supervisar los avances <strong>del</strong> trabajo sino que<br />
también deja abierta la posibilidad de un contacto directo de los jefes con él:<br />
Porque él llegaba directo a mi oficina [...] bajaba 297 a mi oficina, decía: «Palacios, ya llámame cualquier cosa». [...]<br />
Entonces ya no tenía tanta barrera, quizás si hubiera tenido tantas barreras no hubiésemos alcanzado algunos éxitos.<br />
¿Por qué? «¿Por qué no me has dado cuenta...? Ya pues acá los resultados, acá están los detenidos, acá está»<br />
Entonces me dio esa libertad, esa visión [...]. 298<br />
También podríamos agregar que le dio confianza. Es particularmente llamativa la expresión que utiliza el<br />
oficial para referirse a la actitud de Mantilla, quien «bajaba» directamente a hablar con ellos. Ante la verticalidad,<br />
desprecio y desconfianza normalmente existente para con los policías de parte de otros políticos, estos<br />
gestos terminan siendo valorados. Esta relación directa tiene como antecedente previo casi inmediato un maltrato<br />
y recelo frente a los policías, especialmente los PIP, 299 de parte de miembros <strong>del</strong> mismo Gobierno. 300<br />
Mantilla será el vínculo entre el presidente Alan García Pérez y la DIRCOTE. Incluso lo llevará a visitar la<br />
unidad para que se informe directamente <strong>del</strong> trabajo que desarrollaban. 301 Llevará a oficiales de la DIRCOTE<br />
—como el comandante Palacios 302 y su director, el general Reyes— a realizar exposiciones sobre el avance de<br />
la subversión a diversas dependencias estatales, a sesiones <strong>del</strong> Consejo de Ministros y reuniones con miembros<br />
de las Fuerzas Armadas y los servicios de inteligencia.<br />
En especial, Mantilla medió entre la DIRCOTE y dependencias de la GC como parte de un intento de<br />
coordinar mejor el trabajo y prevenir riesgos innecesarios. Por ejemplo, llevó al personal de la DIRCOTE a<br />
realizar exposiciones sobre la subversión a las comisarías. 303 Asimismo, mediante la intervención directa de<br />
Mantilla, la DIRCOTE logró que la GC le otorgara una clave —la 014— para comunicarse con las radio patrullas<br />
y atendiera sus pedidos. Con ello pudieron contar con refuerzos inmediatos para el desarrollo de sus ope-<br />
294 CVR. Entrevista. 10 de octubre de 2002. General PNP.<br />
295 Véase más abajo «Despolitización de la Policía Nacional».<br />
296 <strong>Los</strong> policías, en muchos sentidos, estuvieron realmente desvalidos durante el proceso de guerra interna.<br />
297 El subrayado es nuestro.<br />
298 CVR. Entrevista. 23 de agosto de 2002. Coronel PIP (r) Palacios.<br />
299 La PIP (Seguridad <strong>del</strong> Estado en especial) fue una de las instancias que participó en la persecución política <strong>del</strong> PAP, por ejemplo,<br />
durante el gobierno de Odría. El mismo García había sido detenido por agentes de dicha unidad.<br />
300«¡Qué nos íbamos a poder acercar uno de la PIP a conversar! ¡Nada! Nos querían así, lejos, lejos. Tanto es así que cuando entraba<br />
Salinas [primer Ministro <strong>del</strong> Interior <strong>del</strong> gobierno <strong>del</strong> PAP] a su despacho decía “Falta un lapicero acá. ¿Seguro que ha entrado uno de la<br />
PIP, no?” Entonces, era atroz» (CVR. Entrevista. 23 de agosto de 2002. Coronel PIP (r) Palacios).<br />
301 Después él mismo visitaría la unidad en diversas ocasiones (CVR. Entrevista. 23 de agosto de 2002. Coronel PIP (r) Palacios).<br />
302 Palacios fue, en esa época, uno de los mayores conocedores sobre la organización operativa <strong>del</strong> PCP-SL, sobre todo, aunque no<br />
exclusivamente, en Lima Metropolitana.<br />
303 Las comisarías dependían directamente de la GC, así como el trabajo de prevención policial. Recordemos que las relaciones entre la PIP<br />
y la GC no eran las mejores y que incluso los detectives habían sido expulsados de las Comisarías en 1981.<br />
TOMO II PÁGINA 133