13.05.2013 Views

Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet

Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet

Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

PRIMERA PARTE SECCIÓN SEGUNDA CAPÍTULO 1<br />

La conciencia de los problemas nacionales contenidos en las relaciones cívico-militares surgió, como ya lo<br />

hemos visto, durante el debate interno <strong>del</strong> gobierno de Belaunde sobre si emplear o no a las Fuerzas Armadas<br />

en la lucha contra el PCP-SL. Ahora encontramos en el primer gabinete de Alan García un claro propósito de<br />

incrementar el control civil sobre la seguridad y la defensa. Dentro de ese común propósito, se distinguen, sin<br />

embargo dos tendencias: una más programática y política, liderada por el ministro <strong>del</strong> Interior Abel Salinas; y<br />

otra más pragmática, personificada en el viceministro <strong>del</strong> Interior Agustín Mantilla, dirigida a hacer de la<br />

policía una fuerza leal al Presidente para contrabalancear el peso de las Fuerzas Armadas. En general, se tenía<br />

el diagnóstico de que una mejor coordinación de todas las acciones contrasubversivas, sumada al esperado<br />

crecimiento económico, dejaría sin espacio de acción a los subversivos. <strong>Los</strong> constantes conflictos entre las tres<br />

instituciones policiales (GC, GR y PIP) y el aumento de los <strong>del</strong>itos comunes hacían urgentes los cambios en la<br />

policía. Estos objetivos inmediatos, más el objetivo político de dificultar un posible golpe militar mediante el<br />

liderazgo <strong>del</strong> gobierno sobre la policía, opacaron a la tarea de fondo que debió haber sido reencauzar la lucha<br />

contra el terrorismo dentro <strong>del</strong> sistema policial y penal.<br />

Alan García multiplicó las zonas <strong>del</strong> país bajo control de Comandos Político-Militares. Eso implicaba<br />

que la policía quedara en esas zonas bajo la autoridad militar, como fuerza auxiliar, y que la supresión de<br />

las garantías constitucionales hiciera perder sentido al trabajo policial propiamente dicho. La política declarada<br />

de García y de Salinas era elevar la exigencia de respeto a los derechos humanos en la lucha contra la<br />

subversión. Pero, ante el motín de los penales organizado por el PCP-SL, Alan García ordenó emplear la<br />

fuerza armada para recuperar el control de los penales en el más breve tiempo posible y a cualquier precio.<br />

En ese tiempo también se trabajó para crear el Ministerio de Defensa. Pero Alan García y su mayoría parlamentaria<br />

mantuvieron acalladas las consecuencias constitucionales que debía tener este cambio. Al crear<br />

el nuevo ministerio, el Presidente no admitió recorte alguno de la autoridad directa que le reconocían las<br />

Fuerzas Armadas como Jefe de Estado ni redujo en nada el poder efectivo <strong>del</strong> Comando Conjunto. Antes<br />

bien se entregó a la ilusión —o a la farsa— de estar captando las voluntades de los altos mandos mediante<br />

el trato personal. De todo esto resultó un Ministro de Defensa cuya función se limita a facilitar las relaciones<br />

entre el Comando Conjunto y el Consejo de Ministros. Aunque la ley <strong>del</strong> Sistema de Defensa Nacional<br />

fue modificada para dar al Consejo de Ministros la autoridad directa en estas materias, ello no alcanzó para<br />

cambiar el mo<strong>del</strong>o de relaciones civil-militares establecido por el gobierno militar en 1979.<br />

El impulso inicial de Alan García duró ocho meses, hasta su final abrupto en la matanza de los penales. En<br />

1987, cuando se aprobó la ley <strong>del</strong> Ministerio de Defensa, este proyecto ya no tenía el significado inicial. Nació<br />

por inercia y el primer ministro fue un militar en retiro. Durante los cuatro años restantes de su gobierno, García<br />

se dedicó a convalidar lo que hicieran las Fuerzas Armadas, aceptando incluso papeles confusos y menores con<br />

tal de aparentar iniciativa. La hiperinflación, el apogeo <strong>del</strong> terrorismo <strong>del</strong> PCP-SL en 1988 y la total fragmentación<br />

política <strong>del</strong> país provocada por el intento de privatizar la banca, dejaron a García sin liderazgo.<br />

3.2.2. El motín <strong>del</strong> PCP-SL en las cárceles 503<br />

El 18 de junio de 1986, estando reunida en Lima la Internacional Socialista, los reclusos <strong>del</strong> PCP-SL protagonizan<br />

en las cárceles un motín armado. Las Fuerzas Armadas reciben <strong>del</strong> Presidente de la República, y con acuerdo <strong>del</strong><br />

Consejo de Ministros, la orden de tomar el control de los penales. En Lurigancho, el Ejército rodea las instalaciones<br />

amotinadas, abre boquetes y pone las condiciones para el asalto. Pero es la GR, formalmente bajo las órdenes<br />

<strong>del</strong> Ministerio <strong>del</strong> Interior, pero en el marco de una operación comandada por un general <strong>del</strong> Ejército, la que<br />

ingresa, se enfrenta a los elementos armados <strong>del</strong> PCP-SL y ejecuta extrajudicialmente a los internos que no habían<br />

muerto en el combate. El 19, en la isla penal de El Frontón, un fuerte destacamento de guardias republicanos<br />

se preparaba desde primera hora a intervenir, luego llegó el viceministro <strong>del</strong> Interior Agustín Mantilla, luego se<br />

retiraron tanto la GR como Mantilla y se dio órdenes a la Marina de Guerra para que rodeara la isla y abriera los<br />

boquetes. Toda la operación quedó a cargo de la Marina hasta las últimas consecuencias.<br />

Está claro que, en ambos casos, no se dio a conocer inteligencia previa ni análisis militar alguno que fundamentara<br />

la necesidad de acabar con el motín en unas pocas horas y con tales costos en vidas humanas. Como<br />

antecedentes, debe considerarse que los pabellones ocupados por los senderistas en las cárceles estaban<br />

bajo control de ellos desde mucho tiempo antes, es decir, desde el gobierno anterior, y existía además la fun-<br />

503 Para mayor información, véase en este Informe el apartado sobre las Fuerzas Policiales.<br />

TOMO II PÁGINA 188

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!