Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN SEGUNDA CAPÍTULO 1<br />
virtió en el elemento unificador y animador <strong>del</strong> régimen. La oposición, empeñada en aprovechar los pocos espacios<br />
de acción política existentes, no pudo evitar convalidar aspectos fundamentales <strong>del</strong> régimen a lo largo de los<br />
años siguientes. Por defender la posibilidad de un referéndum por iniciativa popular, la oposición defiende en<br />
todos sus alcances la Constitución de 1993 y así, sin más remedio, se convierte en el mejor abogado <strong>del</strong> poder<br />
político-militar que se reproducía dentro de ese marco. UPP, el movimiento opositor liderado por Pérez de Cuellar,<br />
pide en junio de 1996 el pronunciamiento institucional de las Fuerzas Armadas sobre la privatización de<br />
Petroperú, con lo cual convalida la práctica <strong>del</strong> Comando Conjunto de intervenir en política mediante comunicados<br />
que son, por tratarse de una fuerza armada, posiciones de fuerza. En abril de 1998, el ex presidente Fernando<br />
Belaunde propone públicamente un pacto civil-militar para impedir la inconstitucional segunda reelección<br />
de Fujimori. Con este fin, se celebran reuniones en que participan líderes políticos y oficiales en retiro que<br />
fungen de líderes de la opinión política disidente dentro de las Fuerzas Armadas.<br />
El cuestionamiento político internacional al gobierno de Fujimori arrecia conforme éste acelera sus medidas<br />
para perpetuare en el poder, pero al mismo tiempo los Estados Unidos otorgan reiteradamente al Perú<br />
buenas calificaciones en la lucha antidrogas y renuevan la ayuda por este concepto. Un «zar antidrogas», el<br />
general Barry Mac Caffrey, fue el encargado de desarrollar esta relación. Una primera buena calificación fue<br />
concedida en marzo de 1996. Ese año fueron reinstaladas en el valle <strong>del</strong> Huallaga algunas bases militares que<br />
habían sido desmovilizadas. En octubre, el «zar» visita Lima y, preguntado por la prensa, elude responder<br />
sobre Montesinos, con quien trata en privado los asuntos relativos a la interdicción <strong>del</strong> narcotráfico. La visita<br />
oficial se reitera en abril de 1998 para alentar los programas de cooperación antidrogas. En esa ocasión fue<br />
difundido un video en que él y Montesinos aparecen dialogando. Mac Caffrey se ve obligado a tomar distancia<br />
de Montesinos y declara que le parece una persona de prestigio discutible que suele recurrir a la manipulación.<br />
Ello no fue obstáculo para que continuara la cooperación con el régimen. En agosto de 1999 vuelve a<br />
felicitar en público la política antidrogas <strong>del</strong> Perú y en particular al SIN como uno de sus gestores.<br />
La exitosa operación «Chavín de Huántar» que liberó el 22 de abril de 1997 a los rehenes que retenía el<br />
MRTA en la residencia <strong>del</strong> embajador japonés desde el 17 de diciembre de 1996 fue la última operación militar<br />
que contribuyó al prestigio <strong>del</strong> Gobierno, con la particularidad de que estos laureles fueron amargamente disputados<br />
en los años siguientes por Fujimori y Hermoza Ríos, lo que causó una desunión que hizo recrudecer el<br />
viejo problema <strong>del</strong> sometimiento de las Fuerzas Armadas a Fujimori. El recurso a una acción militar para resolver<br />
la crisis de la embajada, fuese o no inevitable, tuvo como consecuencia que los aspectos discutibles y cuestionables<br />
<strong>del</strong> operativo llevasen a una serie de debates públicos sobre el papel de las Fuerzas Armadas. Al interior<br />
<strong>del</strong> oficialismo se abrió un debate sobre si el artífice de la victoria fue Fujimori, en estrecha cooperación con el<br />
SIN, es decir, con Montesinos, o si lo fue el jefe operativo militar, es decir, Hermoza Ríos. La oposición, por su<br />
lado, fue planteando gradualmente la duda sobre si todos los miembros <strong>del</strong> MRTA murieron en combate o si<br />
algunos fueron ejecutados cuando ya estaban inermes. En el medio, y a media luz, quedaba la cuestión <strong>del</strong> proceso<br />
abierto a los oficiales superiores de la policía, a quienes se señalaba como los únicos responsables de que la<br />
residencia fuese tomada por el MRTA. Esta última consecuencia no pudo ser sostenida políticamente por el régimen.<br />
<strong>Los</strong> oficiales de la policía fueron amnistiados en julio de 1998. En octubre de 1987 Hermoza Ríos reclamó<br />
la autoría de la operación en un libro que fue presentado en la Universidad <strong>del</strong> Pacífico, con la asistencia <strong>del</strong><br />
«doctor» Vladimiro Montesinos. En diciembre, Fujimori dejó entrever a los medios que estaba evaluando la permanencia<br />
en el cargo <strong>del</strong> presidente <strong>del</strong> Comando Conjunto, general Nicolás Hermoza Ríos. La respuesta de las<br />
Fuerzas Armadas fue una inaudita reunión de los jefes de las seis regiones militares, quienes abandonaron<br />
simultáneamente sus bases y se reunieron en Lima con el presidente <strong>del</strong> Comando Conjunto bajo el buen pretexto<br />
de que era su cumpleaños. En realidad, se trató de una manifestación de apoyo y desagravio a Hermoza Ríos,<br />
semejante a la que recibió años antes, en la forma de un paseo de tanques, cuando fue denunciado en el Congreso<br />
el crimen de La Cantuta. Esta vez, sin embargo, el agravio venía de Fujimori.<br />
Paralelamente a este proceso de desunión corrió otro aun más amargo y destructivo, el que empezó el 23<br />
de mayo de 1997 con un comunicado <strong>del</strong> Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas contra el ciudadano<br />
Baruch Ivcher:<br />
Desde hace tiempo, el ciudadano nacionalizado peruano Baruch Ivcher Bronstein viene realizando una campaña<br />
destinada a dañar el prestigio y la imagen de las Fuerzas Armadas. Las Fuerzas Armadas <strong>del</strong> Perú son instituciones<br />
que cumplen un papel de primordial importancia en preservar la defensa de la pacífica convivencia social, la<br />
pacificación nacional y el desarrollo <strong>del</strong> país. A lo largo de estos años, el país ha sido testigo <strong>del</strong> sacrificio y pa-<br />
TOMO II PÁGINA 248