Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LOS ACTORES ARMADOS<br />
El 4 de mayo de 1981, se registraron alrededor de una decena de actos terroristas perpetrados por militantes<br />
senderistas: entre otros, dos locales de Electrolima, dos juzgados de paz, dos puestos policiales, el local<br />
principal de Acción Popular en el centro de Lima, el club Waikiki y el taller de carpintería <strong>del</strong> Ministerio de<br />
Economía y Finanzas. El 15 de junio de ese mismo año, dinamitaron la puerta de la casa de Luis Roy Freire,<br />
uno de los autores <strong>del</strong> decreto legislativo 046 ya mencionado.<br />
Así, el Comité Metropolitano empezó a desarrollarse y, como parte de ese proceso, el movimiento buscó<br />
ampliar su radio de acción y elevar la importancia de sus militantes dentro de la organización fortaleciendo sus<br />
posiciones en las universidades —notoriamente en San Marcos, donde el PCP-SL había establecido sus primeras<br />
células hacia finales de los setenta— y extendiendo su red organizativa hacia los barrios marginales de Lima.<br />
Fue significativo que, a inicios de los 80, la movilización pacífica de los dirigentes estudiantiles sanmarquinos,<br />
muchos de ellos pertenecientes a partidos que integrarían luego Izquierda Unida, 29 no encontrara<br />
resistencia vigorosa de grupos promotores de la violencia como el PCP-SL. La explicación no parece estar<br />
en la inexistencia o poca importancia de este grupo en el movimiento estudiantil, sino en el hecho de que su<br />
objetivo era captar nuevos militantes que realizaran acciones en la ciudad y, en el mediano plazo, ganar<br />
espacios de seguridad en los ambientes universitarios. Fue por esos años, entonces, cuando, el PCP-SL empezó<br />
a recibir en algunos de sus organismos generados a estudiantes que provenían de otras organizaciones,<br />
como Pukallacta y el FER Antifascista.<br />
De igual manera, el trabajo barrial se hizo más evidente en lugares como El Agustino, en donde el Movimiento<br />
de Obreros y Trabajadores Clasistas captó a pobladores que residían en zonas como Nocheto, los cerros<br />
San Pedro y San Cosme y alrededores de los mercados mayoristas, entre otras zonas. Lo mismo ocurrió<br />
en Ñaña y otros asentamientos de la Carretera Central.<br />
1.2.2.2. <strong>Los</strong> problemas en el Comité Metropolitano<br />
Aun cuando el Inicio de la Lucha Armada pareció cumplirse a cabalidad en Lima, pronto se hicieron evidentes<br />
ciertos problemas que la dirección <strong>del</strong> partido debía solucionar más temprano que tarde.<br />
En primer lugar, a pesar de un inicio auspicioso, hasta 1985, las acciones en el Comité Metropolitano eran<br />
un porcentaje cada vez más reducido en relación con la presencia senderista a escala nacional. Así, un asunto<br />
al que Guzmán prestó especial atención fue la sospecha de que, entre los integrantes <strong>del</strong> «Metro», un comité<br />
regional que siempre le había resultado problemático, no había el suficiente compromiso con la lucha armada.<br />
Por otro lado, todo indica que a pesar de los ajustes previos el «Metro» no estuvo adecuadamente preparado.<br />
Un ejemplo de ello, que en su momento evaluó la dirección, fue el fracasado intento de asaltar el puesto<br />
policial de Ñaña el 5 de julio de 1982. La maniobra, aunque emprendida con la ventaja que da el atacar por<br />
sorpresa, resultó en un revés debido a la falta de planificación. En esa acción murieron dos de los atacantes,<br />
quienes quedaron abandonados en la carretera. A partir de los rastros dejados, la policía capturó en poco<br />
tiempo a 38 senderistas, lo que evidenció una cadena de <strong>del</strong>aciones. Después de este hecho, los destacamentos<br />
limeños quedaron inoperantes. La dirección nacional decidió que era necesario reorganizar el «Metro», dar<br />
mayor adoctrinamiento político a los militantes y crear diez destacamentos. Finalmente, sólo se crearon tres<br />
de ellos, 30 entre otros motivos, según la dirección nacional, porque se impuso el criterio de «cumplir por cumplir».<br />
La realidad es que en el último tramo de 1982, es decir, en trance de concluir el segundo plan militar, el<br />
PCP-SL aún no había resuelto cómo debía ser la militarización <strong>del</strong> partido en las ciudades ni tenía claridad<br />
sobre la naturaleza de la «política de frente» en ellas.<br />
29 Estas movilizaciones giraron en torno de la defensa de la autonomía universitaria y de la oposición a la ley 23733, conocida como «ley<br />
universitaria» y como «ley Alayza-Sánchez». Véase el tomo III, capítulo 3, «Las organizaciones sociales», subcapítulo 6, «Las universidades».<br />
30 Por otro lado, Laura Zambrano, René o Meche, fue designada nuevo mando político de Lima, cargo que cumplió por breve tiempo, pues<br />
fue capturada el 17 de julio de 1982. Fue reemplazada por Rav Karl Casanova, Kamo, pero los planes continuaron sin ejecutarse o se<br />
redujeron a su mínima expresión.<br />
TOMO II PÁGINA 39