Parlamento y Constitución. Anuario núm. 6 (2002) - Cortes de ...

LA DELEGACIÓN DE FUNCIONES DEL PRESIDENTE
DE LA GENERALIDAD DE CATALUÑA
En relación con la figura del Presidente de las Comunidades Autónomas se
ha subrayado más arriba la originalidad del artículo 152.1 CE al hacer coincidir
en la misma el desempeño de funciones representativas y de funciones gubernamentales.
En este punto el desarrollo normativo efectuado por los Estatutos de
Autonomía y la legislación autonómica ha tratado, en primer lugar, de concretar
las atribuciones del Presidente en el ejercicio de sus funciones de representante
supremo de la Comunidad Autónoma y de representante ordinario del Estado
poniendo de relieve el carácter jurídico-simbólico de las mismas y el papel del
Presidente como símbolo de la unidad del ordenamiento autonómico y de la unidad
del Estado-ordenamiento 11 . En segundo lugar, la normativa estatutaria y
autonómica ha otorgado una posición de preeminencia al Presidente partiendo
de la previsión constitucional de que a éste le corresponde la dirección del
Consejo de Gobierno. Ello es fácilmente constatable atendiendo a los siguientes
factores: el Presidente determina inicialmente la orientación política general del
Gobierno a través del programa de investidura; el Presidente y su programa son
los destinatarios de la confianza parlamentaria expresada en la votación de investidura;
el Presidente nombra y cesa libremente a los miembros de su Gobierno
sin necesidad de ningún pronunciamiento parlamentario al respecto; el
Presidente concentra en su persona la responsabilidad política del Gobierno; el
Presidente preside las reuniones del Gobierno e interviene regularmente en la
definición y en la coordinación de la acción del Gobierno 12 . Cabe consignar,
finalmente, que, sin perjuicio de la preeminencia del Presidente, los Estatutos y
las leyes autonómicas han contemplado la posibilidad de la delegación de funciones
presidenciales en beneficio de uno de los miembros del Gobierno.
La presencia del parlamentarismo racionalizado y del papel preeminente del
Presidente en los ordenamientos autonómicos supone una coincidencia básica
entre el modelo institucional de las Comunidades Autónomas y el previsto para
el Estado central en la Constitución. Esta coincidencia es más acusada de la que
se derivaría estrictamente de la homogeneización establecida por el artículo
152.1 CE y obedece sobre todo a las estipulaciones de los Pactos Autonómicos
de 1981. Estos acuerdos políticos no limitaron la homogeneización institucional
autonómica a los términos literales del artículo 152.1 CE sino que incorporaron
a la misma algunas de las fórmulas contempladas por la Constitución
sobre la figura del Presidente del Gobierno y las relaciones entre éste y el
Congreso de los Diputados (entre otros, arts 98, 99, 112, 113 y 114). Por otro
lado, en las Comunidades Autónomas, en las que no eran de aplicación los
11. Véase E. Albertí en E. Aja (et al.). Op. cit. Págs. 269-275; E. Lucas. Op. cit. Págs. 89-93.
12. Véase E. Albertí en E. Aja (et al.). Op. cit. Págs. 275-277; E. Lucas. Op. cit. Págs. 87-89.
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