Parlamento y Constitución. Anuario núm. 6 (2002) - Cortes de ...

ACTIVIDAD DE LAS CORTES DE CASTILLA-LA MANCHA
a nivel estatal, como comunitario. Precisamente, la Unión Europea aprobó
mediante Resolución del Consejo de 1 de febrero de 1993 el denominado Quinto
Programa de Accion en Materia de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, en
el que se presenta una importante novedad, cual es, la incorporación del concepto:
“desarrollo sostenible”, que en materia hidráulica se traduce en la integración
de la política del agua en el resto de políticas de la Unión, especialmente
en las consideradas como sectores objetivos –tales como: sector energético,
industrial, agrícola, de transportes y de turismo–.
El Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha otorga a la Junta de
Comunidades de Castilla-La Mancha la competencia exclusiva sobre ordenación
del territorio, obras públicas y actuaciones referentes a aprovechamientos
hidráulicos de interés para nuestra Región.
La presente Ley da cumplimiento al mandato expreso de las Cortes
Regionales que, se pronunciaron favorablemente el 26 de diciembre de 1996, en
sesión plenaria, en relación con los Planes Directores de Abastecimiento y de
Saneamiento y Depuración presentados por el Gobierno Regional, encomendándole
la elaboración de este Proyecto con el objetivo de fijar el marco normativo
necesario para desarrollar dichos Planes Directores.
Así, los fines perseguidos por esta Ley son básicamente: contribuir a la ordenación
del territorio; regular los aprovechamientos hidráulicos de interés para
Castilla-La Mancha, dentro de un marco de coordinación tanto con los órganos
competentes de la Administración estatal como con los de las Administraciones
locales; y contribuir a la preservación y mejora de nuestro medio ambiente, en
este caso, referido a los recursos hídricos y a su calidad. En otro orden de cosas,
la Ley no olvida algo que es un hecho en la realidad castellano-manchega: las
especiales características hidráulicas de nuestra Región, en la escasean las cuencas
hidrográficas internas, y que ya ha superado situaciones de graves sequías,
cuya repetición debe prevenir esta Ley.
En esta materia es importante tener presente el principio de unidad del ciclo
del agua, que hace necesaria una regulación al máximo nivel normativo. Más en
concreto, el Plan Nacional, aprobado en 1995 impone a todas las Comunidades
Autónomas la obligación de formular su correspondiente plan regional que
pueda integrarse en aquél, dando así cumplimiento a la normativa comunitaria
en esta materia.
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