Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
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han <strong>de</strong>mostrado, como se sabe. . .», cuando sólo pudo haberse<br />
propuesto <strong>de</strong>cir «Breuer y Freud». El nombre <strong>de</strong> este<br />
oponente no muestra <strong>la</strong> menor semejanza fonética con<br />
el mío. Este ejemplo, así como muchos otros <strong>de</strong> permutación<br />
<strong>de</strong> nombre, nos advierte que el trastrabarse pue<strong>de</strong> prescindir<br />
enteramente <strong>de</strong> <strong>la</strong> facilidad que <strong>la</strong> homofonía le proporciona<br />
[cf. pág. 83], y abrirse paso con el solo apoyo<br />
<strong>de</strong> unos escondidos vínculos <strong>de</strong> contenido.<br />
En otros casos,"" más importantes, lo que fuerza a trastrabarse<br />
y aun a sustituir lo intentado por su opuesto es una<br />
autocrítica, una contradicción interior a lo que uno mismo<br />
exterioriza. Asombrados, vemos entonces cómo el texto <strong>de</strong><br />
un juramento cance<strong>la</strong> el propósito <strong>de</strong> este, y cómo <strong>la</strong> equivocación<br />
en el hab<strong>la</strong> pone en <strong>de</strong>scubierto <strong>la</strong> insinceridad<br />
interior."^ El trastrabarse se vuelve aquí un recurso para<br />
<strong>la</strong> expresión mímica, c<strong>la</strong>ro que en muchos casos para <strong>la</strong> <strong>de</strong><br />
aquello que no se quería <strong>de</strong>cir: se vuelve un medio <strong>de</strong> traicionarse<br />
a sí mismo. Por ejemplo, cierto individuo, que en<br />
sus re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong> mujer no prefiere el comercio l<strong>la</strong>mado<br />
normal, interviene <strong>de</strong> pronto en una plática acerca <strong>de</strong> una<br />
muchacha a quien motejan <strong>de</strong> coqueta {kokeít}: «Ya le quitaría<br />
yo esa costumbre <strong>de</strong> ko'éttieren». No hay duda: sólo<br />
<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra «koitieren» {«tener coito»} pudo provocar aquel<strong>la</strong><br />
alteración <strong>de</strong> <strong>la</strong> intentada «kokettieren» {«coquetear»}.<br />
— O este otro caso: «Tenemos un tío que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace meses<br />
está muy mortificado porque nunca lo visitamos. Aprovechando<br />
<strong>la</strong> ocasión <strong>de</strong> que él se mudó <strong>de</strong> domicilio, nos presentamos<br />
en su casa <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong>rgo tiempo. En apariencia<br />
se alegra mucho con nuestra visita y, muy afectuoso, nos<br />
dice al <strong>de</strong>spedirnos: "Espero que en lo sucesivo los vea todavía<br />
más raramente"».<br />
Las contingencias favorables <strong>de</strong>l material lingüístico"^<br />
suelen engendrar casos <strong>de</strong> trastrabarse que producen el efecto<br />
<strong>de</strong>sarmante <strong>de</strong> un <strong>de</strong>senmascaramiento, o un resultado <strong>de</strong><br />
total comicidad. Así en los siguientes, observados y comunicados<br />
por el doctor Reitler:<br />
•'•''' [La primera parte <strong>de</strong> este párrafo, hasta «un recurso para <strong>la</strong><br />
expresión mímica», data <strong>de</strong> <strong>1901</strong>. Lo que sigue, hasta «O este otro<br />
caso», fue agregado en 1907; el resto, hasta el final <strong>de</strong>l párrafo, es<br />
<strong>de</strong> 1920.]<br />
"" Verbigracia, mediante un <strong>de</strong>sliz en el hab<strong>la</strong> estigmatiza Anzengruber<br />
[dramaturgo vienes (1839-1889)], en Der G'wissenswurm, al<br />
hipócrita cazador <strong>de</strong> herencias.<br />
58 [Este párrafo y el siguiente fueron agregados en 1907.]