Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
a. Un rasgo l<strong>la</strong>mativo y universalmente seña<strong>la</strong>do en <strong>la</strong><br />
conducta <strong>de</strong> los paranoicos es que otorgan <strong>la</strong> máxima significación<br />
a los pequeños <strong>de</strong>talles, en que ordinariamente no<br />
reparamos, <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más; <strong>de</strong> ellos extraen<br />
interpretaciones y <strong>la</strong>s convierten en base <strong>de</strong> unos extensos<br />
razonamientos. Por ejemplo, el último paranoico que<br />
examiné infería que todos cuantos lo ro<strong>de</strong>aban se habían<br />
puesto <strong>de</strong> acuerdo, pues en <strong>la</strong> estación, cuando él partía <strong>de</strong><br />
viaje, habían hecho cierto movimiento con <strong>la</strong> mano. Otro<br />
tomaba nota <strong>de</strong> <strong>la</strong> manera <strong>de</strong> andar <strong>la</strong> gente por <strong>la</strong> calle, cómo<br />
manejaban el bastón, etc.^'^<br />
Vale <strong>de</strong>cir que el paranoico <strong>de</strong>sestima, en su aplicación a<br />
<strong>la</strong>s exteriorizaciones psíquicas <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, <strong>la</strong> categoría <strong>de</strong><br />
lo contingente, <strong>de</strong> lo que no exige motivación, que el hombre<br />
normal consi<strong>de</strong>ra una parte <strong>de</strong> sus propias operaciones psíquicas<br />
y actos fallidos. Todo cuanto nota en los otros es<br />
significativo, todo es interpretable. ¿Cómo llega a esto?<br />
Probablemente —aquí como en tantísimos casos parecidos—<br />
proyectando a <strong>la</strong> <strong>vida</strong> anímica <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más lo que<br />
inconcientemente está presente en <strong>la</strong> suya propia. En <strong>la</strong> paranoia,<br />
esfuerza su paso hasta <strong>la</strong> conciencia mucho <strong>de</strong> aquello<br />
cuya presencia inconciente en normales y neuróticos sólo<br />
por medio <strong>de</strong>l psicoanálisis se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar.-* Entonces,<br />
en cierto sentido el paranoico tiene razón en esto; discierne<br />
algo que al normal se le escapa, su visión es más aguda que<br />
<strong>la</strong> capacidad <strong>de</strong> pensar normal, pero el <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>zamiento sobre<br />
los otros <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> cosas así discernido quita vali<strong>de</strong>z a<br />
su discernimiento. Por eso, no se espere <strong>de</strong> mí que justifique<br />
<strong>la</strong>s diversas interpretaciones paranoicas. Sin embargo, <strong>la</strong><br />
parte <strong>de</strong> justificación que conce<strong>de</strong>mos a <strong>la</strong> paranoia con esta<br />
concepción nuestra <strong>de</strong> <strong>la</strong>s acciones casuales nos facilitará<br />
el entendimiento psicológico <strong>de</strong>l sentimiento <strong>de</strong> convicción<br />
que, en el paranoico, se anuda a todas estas interpretaciones.<br />
Es que hay algo verda<strong>de</strong>ro en ello;^^ <strong>de</strong>l mismo modo ad-<br />
^'í Des<strong>de</strong> otros puntos <strong>de</strong> vista, se ha imputado al «<strong>de</strong>lirio <strong>de</strong> referencia<br />
a sí propio» este modo <strong>de</strong> apreciar manifestaciones inesenciales<br />
y casuales <strong>de</strong> otras personas.<br />
28 Las fantasías <strong>de</strong> los histéricos acerca <strong>de</strong> unos maltratos sexuales<br />
y crueles, que el análisis tiene que hacer concientes, coinci<strong>de</strong>n a veces<br />
hasta en los <strong>de</strong>talles con <strong>la</strong>s quejas <strong>de</strong> los que pa<strong>de</strong>cen <strong>de</strong> paranoia<br />
persecutoria. Y es notable, pero no ininteligible, que idéntico contenido<br />
nos salga al paso también como realidad objetiva en <strong>la</strong>s escenificaciones<br />
que efectúan los perversos para satisfacer sus concupiscencias.<br />
[Esto se discute en el historial <strong>de</strong> «Dora» (igOSe), AE, 7, págs. 43-7,<br />
y en sus aspectos esenciales se lo repite en una nota al pie <strong>de</strong> Tres<br />
ensayos <strong>de</strong> teoría sexual (1905¿), AE, 7, págs. 150-1.]<br />
29 [La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que hay un núcleo <strong>de</strong> verdad en los <strong>de</strong>lirios <strong>de</strong> los<br />
paranoicos siguió un <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>rrotero en los escritos <strong>de</strong> Freud. Bajo<br />
248