Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
guerra, cierto p<strong>la</strong>to se había encarecido en diez centavos;<br />
le pregunté por qué no se lo indicaba así en <strong>la</strong> lista <strong>de</strong> precios,<br />
obteniendo <strong>la</strong> réplica <strong>de</strong> que evi<strong>de</strong>ntemente se trataría<br />
<strong>de</strong> una omisión, pero era así con certeza. Al embolsar el<br />
monto se mostró torpe y <strong>de</strong>jó caer una moneda <strong>de</strong> diez centavos<br />
sobre <strong>la</strong> mesa, justo frente a mí.<br />
»"Ahora sé con seguridad que usted me ha cobrado <strong>de</strong><br />
más. ¿Quiere que me cerciore en <strong>la</strong> caja?".<br />
»"Por favor, permítame usted... un momento...", y<br />
ya se alejaba.<br />
»Por supuesto que le franqueé <strong>la</strong> retirada; minutos <strong>de</strong>spués<br />
se disculpaba alegando que inconcebiblemente se había<br />
confundido con otro p<strong>la</strong>to. De ese modo obtuvo los diez<br />
centavos como recompensa por su contribución a <strong>la</strong> psicopatología<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>vida</strong> <strong>cotidiana</strong>».<br />
Quien ^^ dé en observar a sus prójimos mientras comen<br />
podrá comprobar en ellos <strong>la</strong>s más c<strong>la</strong>ras e instructivas acciones<br />
sintomáticas. Así, narra el doctor Hanns Sachs:<br />
«Por casualidad llegué en el momento en que mis parientes,<br />
un matrimonio mayor, tomaban su cena. La dama sufría<br />
<strong>de</strong>l estómago y <strong>de</strong>bía observar una dieta muy estricta.<br />
Al marido acababan <strong>de</strong> presentarle un p<strong>la</strong>to <strong>de</strong> carne asada y<br />
pidió <strong>la</strong> mostaza a su mujer, quien no podía compartir este<br />
manjar. La esposa abrió el aparador, metió <strong>de</strong>ntro <strong>la</strong> mano<br />
y puso sobre <strong>la</strong> mesa, frente a su marido, el frasquito con <strong>la</strong>s<br />
gotas para el estómago, <strong>de</strong> el<strong>la</strong>. Des<strong>de</strong> luego, no había parecido<br />
alguno entre el frasco <strong>de</strong> <strong>la</strong> mostaza, con forma <strong>de</strong><br />
tonelito, y el pequeño gotero, que pudiera explicar el <strong>de</strong>sacierto;<br />
no obstante, <strong>la</strong> señora sólo advirtió su confusión<br />
cuando el marido se <strong>la</strong> señaló riendo. El sentido <strong>de</strong> esta<br />
acción sintomática no necesita <strong>de</strong> explicación alguna».<br />
Un precioso ejemplo <strong>de</strong> esta c<strong>la</strong>se, muy hábilmente aprovechado<br />
por el observador mismo, lo <strong>de</strong>bo al doctor B. Dattner,<br />
<strong>de</strong> Viena:<br />
«Estaba almorzando en un restaurante con mi colega H.,<br />
doctor en filosofía. Me contaba acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong>s dificulta<strong>de</strong>s<br />
para obtener el profesorado, y <strong>de</strong> paso mencionó que antes<br />
<strong>de</strong> terminar sus estudios tenía el empleo <strong>de</strong> secretario <strong>de</strong>l<br />
embajador, mejor dicho, <strong>de</strong>l ministro plenipotenciario <strong>de</strong><br />
Chile. "Pero luego el ministro fue tras<strong>la</strong>dado y yo no me<br />
presenté al funcionario entrante". Mientras pronuncia esta<br />
1' [Este párrafo y los cuatro ejemplos que siguen fueron agregados<br />
en 1912.]<br />
197