10.05.2013 Views

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

«Después <strong>de</strong> un rato el con<strong>de</strong> llegó realmente y se acercó<br />

a Esther con calma, como si <strong>la</strong> hubiera convocado para un<br />

encuentro.<br />

»—¿Has esperado mucho? —preguntó con voz apagada.<br />

»—Seis meses, como tú sabes —respondió Esther—. Pero,<br />

¿me has visto hoy?<br />

»—Sí, hace un momento, en el tranvía; y te miré a los<br />

ojos, <strong>de</strong> suerte que creía hab<strong>la</strong>r contigo.<br />

»—Muchas cosas han "sucedido" <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> última vez.<br />

»—Sí, y yo creí que todo había terminado entre nosotros.<br />

»—¿Cómo es eso?<br />

»—Todos los pequeños regalos que tenía <strong>de</strong> ti se hicieron<br />

pedazos, y <strong>de</strong> misteriosa manera. Y esta es una antigua advertencia.<br />

»—¡Qué me dices! Ahora recuerdo una multitud <strong>de</strong> sucedidos<br />

que juzgué casuales. Cierta vez mi abue<strong>la</strong>, cuando<br />

éramos buenas amigas, me regaló unos quevedos. Eran <strong>de</strong><br />

cristal <strong>de</strong> roca pulido, excelentes para <strong>la</strong>s autopsias, una<br />

verda<strong>de</strong>ra maravil<strong>la</strong> que yo guardaba con todo cuidado.^"<br />

Cierto día rompí con <strong>la</strong> anciana, y el<strong>la</strong> me cobró inquina. Y<br />

entonces, en <strong>la</strong> autopsia siguiente, sucedió que los lentes se<br />

cayeran sin causa. Creí que simplemente se habían partido;<br />

los envié a reparar. Y no; siguieron rehusándome su servicio:<br />

fueron puestos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un cajón y se han perdido.<br />

»—¡Qué me dices! Es curioso que lo atinente a los ojos<br />

sea lo más sensible. Tenía unos prismáticos que me regaló<br />

un amigo; tanto se a<strong>de</strong>cuaban a mis ojos, que usarlos era<br />

un goce para mí. Este amigo y yo nos enemistamos. Tú sabes,<br />

eso pasa sin causa visible; a uno le parece como si no<br />

estuviera <strong>de</strong> acuerdo consigo mismo. La vez siguiente que<br />

quise usar esos prismáticos <strong>de</strong> ópera no pu<strong>de</strong> ver c<strong>la</strong>ro. El<br />

vastago era <strong>de</strong>masiado corto y yo veía dos imágenes. No<br />

necesito <strong>de</strong>cirte que ni se había acortado el vastago, ni <strong>la</strong><br />

distancia entre mis ojos había aumentado. He ahí un mi<strong>la</strong>gro<br />

que suce<strong>de</strong> todos los días, y que el mal observador no advierte.<br />

¿La explicación? La fuerza psíquica <strong>de</strong>l odio es mucho<br />

mayor <strong>de</strong> lo que creemos. — Por otra parte, el anillo<br />

que me rega<strong>la</strong>ste ha perdido <strong>la</strong> piedra y no se <strong>de</strong>ja reparar,<br />

él no se <strong>de</strong>ja. ¿Quieres ahora separarte <strong>de</strong> mí?. . .».^^<br />

También en el campo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s acciones sintomáticas ^* <strong>de</strong>be<br />

<strong>la</strong> observación analítica ce<strong>de</strong>r <strong>la</strong> prioridad a los poetas. No<br />

** [En <strong>la</strong> nove<strong>la</strong> <strong>de</strong> Sttindberg, Esther Borg es médica.]<br />

3f Die gotischen Zimmer {Las habitaciones góticas}, págs. 258-9<br />

{<strong>de</strong> <strong>la</strong> traducción al alemán}.<br />

38 [Este párrafo y <strong>la</strong> cita <strong>de</strong> Sterne fueron agregados en 1920.]<br />

208

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!