10.05.2013 Views

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

azos, dos piernas, como los más toscos ídolos prehistóricos,<br />

y un apéndice entre <strong>la</strong>s piernas que él estiraba en una <strong>la</strong>rga<br />

punta. Apenas hubo acabado uno <strong>de</strong> esos hombrecitos, lo<br />

volvió a amasar; luego lo <strong>de</strong>jó estar, pero estiró un apéndice<br />

así <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> espalda y otros lugares, para encubrir el significado<br />

<strong>de</strong>l primero. Yo quise mostrarle que lo había comprendido,<br />

pero coartándole al mismo tiempo <strong>la</strong> escapatoria<br />

<strong>de</strong> que esa acti<strong>vida</strong>d formadora <strong>de</strong> figuras humanas no perseguía<br />

intención alguna. Con ese fin, le pregunté <strong>de</strong> pronto<br />

si recordaba <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> aquel rey romano que dio una<br />

respuesta pantomímica en el jardín al mensajero <strong>de</strong> su hijo.<br />

El muchacho pretendió no acordarse, pese a que por sus<br />

estudios <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> tener<strong>la</strong> mucho más fresca que yo. Preguntó<br />

si era <strong>la</strong> historia <strong>de</strong>l esc<strong>la</strong>vo sobre cuyo rasurado<br />

cráneo se había escrito <strong>la</strong> respuesta.* «No, esa pertenece<br />

a <strong>la</strong> historia griega», le dije y le conté: El rey Tarquino el"<br />

Soberbio^" había instado a su hijo Sexto para que se introdujese<br />

furtivamente en una ciudad <strong>la</strong>tina enemiga. El hijo,<br />

que entretanto había reclutado partidarios en esa ciudad,<br />

envió un emisario al rey para preguntarle qué <strong>de</strong>bía hacer<br />

ahora. El rey no dio respuesta, sino que marchó hasta su<br />

jardín, se hizo repetir <strong>la</strong> pregunta ahí, y cal<strong>la</strong>damente cortó<br />

<strong>la</strong> cabeza <strong>de</strong> adormi<strong>de</strong>ra más gran<strong>de</strong> y hermosa. Al mensajero<br />

no le quedó otro partido que informar esto mismo a Sexto,<br />

quien comprendió a su padre y se aplicó a eliminar por <strong>la</strong><br />

muerte a los ciudadanos más notables <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> ciudad.<br />

Mientras yo hab<strong>la</strong>ba, el muchacho suspendió su amasar,<br />

y cuando pasé a narrar lo que hizo el rey en su jardín, ya<br />

a <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras «cal<strong>la</strong>damente cortó», con un movimiento<br />

rápido como el rayo arrancó <strong>la</strong> cabeza a su hombrecito. O<br />

sea, también él me había entendido y había tomado nota<br />

<strong>de</strong> que fue entendido por mí. Entonces pu<strong>de</strong> pasar a <strong>la</strong>s<br />

preguntas directas, le impartí <strong>la</strong>s informaciones que a él le<br />

importaban, y poco tiempo <strong>de</strong>spués <strong>la</strong> neurosis llegaba a su<br />

término.<br />

9 [Esta historia figura en Herodoto, Los nueve libros <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia,<br />

libro V, capítulo 35.]<br />

ic [En <strong>1901</strong> y 1904: «Tarquino Prisco» {o «Tarquino el Antiguo»,<br />

padre <strong>de</strong> Lucio Tarquino o «Tarquino el Soberbio»}. En el ejemp<strong>la</strong>r<br />

interfoliado <strong>de</strong> <strong>la</strong> edición <strong>de</strong> 1904 (cf. mi «Introducción», supra,<br />

pág. 6), Freud hizo una anotación poco legible en <strong>la</strong> que comenta<br />

este <strong>de</strong>sliz. En esencia, dice que al sustituir el nombre <strong>de</strong>l hijo por el<br />

<strong>de</strong>l padre se estaba anticipando a sus puntualizaciones posteriores<br />

(pág. 213) acerca <strong>de</strong> una simi<strong>la</strong>r sustitución <strong>de</strong> Cronos por Zeus en<br />

La interpretación <strong>de</strong> los sueños. El tema <strong>de</strong> <strong>la</strong> castración obraba como<br />

nexo entre ambos ejemplos.]<br />

195

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!