Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
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mente ensimismada en sus pensamientos— una hojita tirada<br />
en el piso, junto a <strong>la</strong> cual acababa <strong>de</strong> pasar distraída. Se<br />
vuelve, <strong>la</strong> levanta y, para su asombro, comprueba que se<br />
trata <strong>de</strong> un billete <strong>de</strong> dos coronas plegado. Piensa entre sí:<br />
"El <strong>de</strong>stino me lo ha enviado para que pueda comprarme <strong>la</strong><br />
alhaja", y gozosa empren<strong>de</strong> <strong>la</strong> vuelta a fin <strong>de</strong> seguir ese indicio.<br />
Pero en el mismo momento se dice que no tiene <strong>de</strong>recho<br />
a hacerlo, porque el dinero hal<strong>la</strong>do es dinero <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
suerte, que no se <strong>de</strong>be gastar.<br />
»E1 pequeño fragmento <strong>de</strong> análisis necesario para enten<strong>de</strong>r<br />
esta acción casual se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ducir <strong>de</strong> <strong>la</strong> situación dada,<br />
aun sin indagación personal a su autora. Entre los pensamientos<br />
que entretenían a <strong>la</strong> muchacha mientras caminaba<br />
hacia su casa, sin duda ocuparían el primer p<strong>la</strong>no los re<strong>la</strong>tivos<br />
a su pobreza y estrechez material, y tenemos <strong>de</strong>recho a<br />
conjeturar que imaginaría po<strong>de</strong>r cumplir con su <strong>de</strong>seo subsanando<br />
su abatida condición. Es difícil que su interés, dirigido<br />
a satisfacer su mo<strong>de</strong>sto <strong>de</strong>seo, no diera en meditar<br />
sobre el modo más fácil <strong>de</strong> conseguir aquel monto <strong>de</strong> dinero<br />
faltante, llegando así al hal<strong>la</strong>zgo como <strong>la</strong> solución más<br />
simple. De tal suerte, el inconciente (o el preconciente) <strong>de</strong><br />
el<strong>la</strong> quedó acomodado al "hal<strong>la</strong>r", aunque el pensamiento<br />
<strong>de</strong> hacerlo no le <strong>de</strong>viniera conciente <strong>de</strong> manera cabal —a<br />
causa <strong>de</strong> otros rec<strong>la</strong>mos dirigidos a su atención ("ensimismada<br />
en sus pensamientos")—. Basados en el análisis <strong>de</strong><br />
casos semejantes, po<strong>de</strong>mos incluso afirmar que el "apronte<br />
<strong>de</strong> búsqueda" inconciente tiene una posibilidad <strong>de</strong> éxito mucho<br />
mayor que <strong>la</strong> atención guiada concientemente. De otro<br />
modo resultaría inexplicable cómo justamente esta persona,<br />
entre los varios centenares que por allí pasaron, y, a<strong>de</strong>más,<br />
bajo <strong>la</strong>s condiciones poco propicias <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz crepuscu<strong>la</strong>r y<br />
<strong>la</strong> apretada multitud, pudiera hacer el hal<strong>la</strong>zgo, para el<strong>la</strong><br />
misma sorpren<strong>de</strong>nte. La consi<strong>de</strong>rable envergadura que en<br />
efecto tenía este apronte inconciente o preconciente es <strong>de</strong>mostrada<br />
por el raro hecho <strong>de</strong> que luego <strong>de</strong> aquel hal<strong>la</strong>zgo<br />
—o sea, <strong>de</strong>spués que el acomodamiento ya se había vuelto<br />
superfino y, con seguridad, se había sustraído <strong>de</strong> <strong>la</strong> atención<br />
conciente— <strong>la</strong> muchacha encontró un pañuelo <strong>de</strong> bolsillo<br />
en una oscura y solitaria calle suburbana mientras recorría<br />
el restante camino hasta su casa».<br />
Es preciso <strong>de</strong>cir ^^ que estas acciones sintomáticas, justamente,<br />
suelen brindar el mejor abordaje para discernir <strong>la</strong><br />
<strong>vida</strong> anímica íntima <strong>de</strong> los seres humanos.<br />
205<br />
30 [Este párrafo fue agregado en 1912.]