Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
enseguida <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong> <strong>la</strong> madre que calmaba mi inquietud<br />
o mi añoranza. Ahora bien, ¿cómo dio el niño en <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />
buscar en <strong>la</strong> canasta a <strong>la</strong> madre ausente? Unos sueños <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
misma época [<strong>la</strong> <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> este recuerdo] apuntaban<br />
<strong>de</strong> manera oscura a una niñera <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual se conservaban<br />
también otras reminiscencias; por ejemplo, que solía instarme<br />
concienzudamente para que le entregara <strong>la</strong>s moneditas<br />
que yo había recibido como regalo, un <strong>de</strong>talle que merece<br />
rec<strong>la</strong>mar el valor <strong>de</strong> un recuerdo encubridor para algo que<br />
siguió.'^ Así fue como me <strong>de</strong>cidí a aliviarme por esta vez<br />
<strong>la</strong> tarea interpretativa, y preguntar a mi madre, ya anciana,<br />
acerca <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> niñera. Me enteré <strong>de</strong> muchas cosas; entre<br />
el<strong>la</strong>s, que esta persona lista, pero <strong>de</strong>sleal, durante el puerperio<br />
<strong>de</strong> mi madre había perpetrado gran<strong>de</strong>s hurtos en <strong>la</strong><br />
casa y a instancias <strong>de</strong> mi hermanastro fue llevada ante el<br />
tribunal. Esta noticia me permitió enten<strong>de</strong>r <strong>la</strong> escena infantil<br />
como por una suerte <strong>de</strong> iluminación. La <strong>de</strong>saparición<br />
repentina <strong>de</strong> Ja niñera no me había sido indiferente; a ese<br />
hermano yo había acudido para preguntarle dón<strong>de</strong> estaba<br />
el<strong>la</strong>, probablemente por haber notado que le cupo un papel<br />
en su <strong>de</strong>saparición, y él, <strong>de</strong> manera esquiva y con un juego<br />
<strong>de</strong> pa<strong>la</strong>bras, como era" su costumbre, respondió que estaba<br />
«encanastada» {«eingekastelt»}, o «encerrada». Y bien, a<br />
esta respuesta <strong>la</strong> entendí a <strong>la</strong> manera infantil, y <strong>de</strong>jé <strong>de</strong> preguntar<br />
porque ahí no había nada más que averiguar. Y<br />
cuando poco tiempo <strong>de</strong>spués se ausentó mi madre, recelé<br />
que ese hermano malo había hecho con el<strong>la</strong> lo mismo que<br />
con <strong>la</strong> niñera, y lo obligué a abrirme <strong>la</strong> canasta {Kasten}.<br />
Ahora comprendo también por qué en <strong>la</strong> traducción <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
escena visual infantil se <strong>de</strong>staca <strong>la</strong> fina silueta <strong>de</strong> mi madre,<br />
que tiene que haberme l<strong>la</strong>mado <strong>la</strong> atención como recuperada.<br />
Soy dos años y medio mayor que mi hermana en ese entonces<br />
nacida, y cuando yo tenía tres años llegó a su término<br />
mi convivencia con aquel hermanastro.^^<br />
'•' [Se hal<strong>la</strong>rán más <strong>de</strong>talles sobre esto en <strong>la</strong>s dos cartas a Fliess<br />
a que se hace referencia en <strong>la</strong> nota anterior.]<br />
n [En <strong>la</strong>s ediciones <strong>de</strong> 1907, 1910 y 1912: «que es incluso hoy».]<br />
15 [Nota agregada en 1924:] Quien se interese por <strong>la</strong> <strong>vida</strong> anímica<br />
<strong>de</strong> estos años infantiles colegirá con facilidad el condicionamiento<br />
más profundo <strong>de</strong>l rec<strong>la</strong>mo dirigido al hermano tnayor. El niño, que<br />
todavía no cumplió tres años, ha entendido que su hermanita recién<br />
llegada creció en el vientre <strong>de</strong> <strong>la</strong> madre. No está muy <strong>de</strong> acuerdo con<br />
ese incremento, y sospecha que el vientre materno pue<strong>de</strong> escon<strong>de</strong>r<br />
otros niños aún. Él armario o cai.asta es para él un símbolo <strong>de</strong>l vientre<br />
materno. Pi<strong>de</strong> entonces mirar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esa cesta, y pata ello se<br />
vuelve al hermano mayor, quien, como se averigua por otro material,<br />
ha pasado a ser rival <strong>de</strong>l pequeño en remp<strong>la</strong>zo <strong>de</strong>l padre. Contra ese<br />
55