Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
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acci<strong>de</strong>nte es sin duda <strong>la</strong> autopunición por el <strong>de</strong>seo inconciente<br />
<strong>de</strong> eliminación <strong>de</strong> su marido, en verdad cómplice en aquel<br />
asunto. Este <strong>de</strong>seo se había <strong>de</strong><strong>la</strong>tado en <strong>la</strong> advertencia que<br />
le hizo, por entero ociosa, <strong>de</strong> que tuviera cuidado con el<br />
montón <strong>de</strong> piedras <strong>de</strong> <strong>la</strong> calle; en efecto, él, justamente por<br />
tener dificulta<strong>de</strong>s en <strong>la</strong> marcha, andaba con mucha precaución».^*<br />
Si se sopesan <strong>la</strong>s circunstancias ^^ que ro<strong>de</strong>aron al siguiente<br />
caso, <strong>de</strong> una autolesión por quemadura, casual en apariencia,<br />
uno se inclinará a concebirlo, siguiendo a J. Starcke,'*"<br />
como una «acción sacrificial»:<br />
«Una dama cuyo yerno tuvo que viajar a Alemania para<br />
cumplir allí con su servicio militar se escaldó un pie en <strong>la</strong>s<br />
siguientes circunstancias. Su hija esperaba familia a breve p<strong>la</strong>zo,<br />
y, como es natural, con el pensamiento puesto en los<br />
peligros <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra, <strong>la</strong> familia no estaba <strong>de</strong> ta<strong>la</strong>nte muy<br />
alegre. El día anterior a <strong>la</strong> partida, <strong>la</strong> dama había invitado<br />
a comer a su yerno y a su hija. El<strong>la</strong> misma preparó <strong>la</strong> comida,<br />
luego <strong>de</strong> haber trocado —cosa singu<strong>la</strong>r— sus altos<br />
borceguíes <strong>de</strong> taco bajo, con los que podía andar cómodamente<br />
y que solía usar entrecasa, por unas pantuf<strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s,<br />
abiertas en <strong>la</strong> parte superior, que eran <strong>de</strong> su marido. Pretendió<br />
sacar <strong>de</strong>l fuego una gran ol<strong>la</strong> <strong>de</strong> sopa hirviendo, <strong>la</strong> <strong>de</strong>jó<br />
caer y así se hizo una escaldadura bastante seria en un pie,<br />
sobre todo en el dorso, que <strong>la</strong>s pantuf<strong>la</strong>s abiertas no protegían.<br />
— Des<strong>de</strong> luego, este acci<strong>de</strong>nte fue atribuido por<br />
todos a su comprensible "nerviosismo". Los primeros días<br />
posteriores a este holocausto puso gran caute<strong>la</strong> al manejar<br />
objetos calientes, lo cual no le impidió poco <strong>de</strong>spués quemarse<br />
una muñeca con líquido hirviente».*^<br />
3* [Nota agregada en 1920:] Sobre el tema <strong>de</strong> <strong>la</strong> «autopunición<br />
por medio <strong>de</strong> operaciones fallidas», un corresponsal me escribe: «Si<br />
uno observa el comportamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente por <strong>la</strong> calle pue<strong>de</strong> comprobar<br />
cuan a menudo les suce<strong>de</strong> un pequeño acci<strong>de</strong>nte a los hombres<br />
que, como es tan usual, se dan vuelta para mirar a <strong>la</strong>s mujeres<br />
que pasan. Uno se tuerce un pie —en suelo l<strong>la</strong>no—, otro se da <strong>de</strong><br />
bruces contra un farol <strong>de</strong> alumbrado o aun se hiere <strong>de</strong> alguna otra<br />
manera».<br />
39 [Agregado en 1917.]<br />
*o Starcke, 1916.<br />
*i ['Nota agregada en 1924:] Para toda una serie <strong>de</strong> estos casos<br />
<strong>de</strong> daño o muerte por acci<strong>de</strong>nte, su individualización es dudosa. Una<br />
persona ajena no hal<strong>la</strong>rá motivo alguno para ver en el acci<strong>de</strong>nte otra<br />
cosa que una casualidad, mientras que una persona próxima al acci<strong>de</strong>ntado,<br />
familiarizada con <strong>de</strong>talles íntimos, tendrá razones para conjeturar<br />
el propósito inconciente tras el azar. Sobre <strong>la</strong> índole <strong>de</strong> esta<br />
familiaridad y <strong>la</strong>s circunstancias co<strong>la</strong>terales a el<strong>la</strong> pertinentes, nos<br />
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