10.05.2013 Views

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

que sin embargo conllevaría por fuerza múltiples inconvenientes.<br />

— Esa misma mañana, este comandante <strong>de</strong>bía leer<br />

en voz alta <strong>la</strong> lista <strong>de</strong> oficiales para su control por parte<br />

<strong>de</strong> un órgano <strong>de</strong> vigi<strong>la</strong>ncia. En esto nunca se le habían pasado<br />

errores, pues conocía a sus camaradas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía mucho<br />

tiempo. Sin embargo, hoy omite leer el nombre <strong>de</strong> su<br />

ofensor, <strong>de</strong> suerte que este, tras ser liberados todos sus camaradas,<br />

<strong>de</strong>be permanecer todavía en el campamento hasta<br />

que se ac<strong>la</strong>ra el error. El nombre cuya lectura saltó aparecía<br />

escrito con toda niti<strong>de</strong>z en mitad <strong>de</strong> una hoja. — Este episodio<br />

fue entendido por una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s partes como <strong>de</strong>liberada<br />

afrenta; <strong>la</strong> otra parte lo consi<strong>de</strong>ró un penoso azar, una contingencia<br />

que se prestaba a falsas interpretaciones. El causante<br />

se formó luego, tras tomar conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Psicopatologia<br />

<strong>de</strong> Freud, un juicio correcto sobre lo ocurrido».<br />

De manera parecida, por antagonismo a un <strong>de</strong>ber convencional<br />

y por una evaluación interior no confesada, se explican<br />

los casos en que uno ol<strong>vida</strong> ejecutar acciones que ha<br />

prometido llevar a cabo en favor <strong>de</strong> otro. Lo común aquí<br />

es que sólo el dador crea en <strong>la</strong> virtud disculpadora <strong>de</strong>l olvido,<br />

mientras que el solicitante se da sin duda <strong>la</strong> respuesta correcta:<br />

«El no tiene ningún interés <strong>de</strong> hacerlo, pues <strong>de</strong> lo<br />

contrario no lo habría ol<strong>vida</strong>do». Hay personas a quienes se<br />

califica en general como ol<strong>vida</strong>dizas, y por eso se <strong>la</strong>s disculpa,<br />

lo mismo que al miope cuando no saluda por <strong>la</strong> calle.*"<br />

Ol<strong>vida</strong>n todas <strong>la</strong>s pequeñas promesas que han hecho, no<br />

cumplen ninguno <strong>de</strong> los encargos que han recibido, y así se<br />

muestran <strong>de</strong>scuidados en cosas nimias, rec<strong>la</strong>mando que no<br />

se les enrostre estas pequeñas infracciones —o sea, que<br />

no se <strong>la</strong>s explique por su carácter, sino que se <strong>la</strong>s atribuya a<br />

una peculiaridad orgánica—.*" Yo no soy una <strong>de</strong> esas per-<br />

39 Las mujeres, con su discernimiento más fino <strong>de</strong> los procesos<br />

anímicos inconcientes, en general se inclinan jnás por tomar a afrenta<br />

que no se <strong>la</strong>s reconozca, y por eso no se <strong>la</strong>s salu<strong>de</strong> en <strong>la</strong> calle, que<br />

a dar crédito a <strong>la</strong>s consiguientes explicaciones: que el <strong>de</strong>scuidado<br />

es miope o, ensimismado en sus pensamientos, no advirtió su presencia.<br />

Infieren que sin duda uno <strong>la</strong>s habría advertido <strong>de</strong> «importarle<br />

algo <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s».<br />

*" [Nota agregada en 1910:] Ferenczi informa, acerca <strong>de</strong> sí mismo,<br />

que ha sido un «distraído», famoso entre sus conocidos por <strong>la</strong><br />

frecuencia y rareza <strong>de</strong> sus acciones fallidas. Ahora bien, los signos<br />

<strong>de</strong> esa «distracción» le <strong>de</strong>saparecieron casi por completo <strong>de</strong>spués que<br />

empezó a practicar el tratamiento psicoanalítico <strong>de</strong> enfermos y se<br />

vio precisado a prestar atención también al análisis <strong>de</strong> su propio<br />

yo. Opina Ferenczi que uno renuncia a <strong>la</strong>s acciones fallidas en <strong>la</strong><br />

misma medida en que apren<strong>de</strong> a ampliar su propia responsabilidad.<br />

Por eso sostiene, acertadamente, que <strong>la</strong> distracción es un estado aue<br />

154

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!