Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Si <strong>de</strong> esta suerte, ^^ tras una aparente torpeza casual y<br />
una insuficiencia motriz, pue<strong>de</strong> escon<strong>de</strong>rse una furia contra<br />
<strong>la</strong> propia integridad y <strong>la</strong> propia <strong>vida</strong>, no hará falta un gran<br />
paso para trasferir esta misma concepción a yerros que pongan<br />
en serio peligro <strong>la</strong> <strong>vida</strong> y <strong>la</strong> salud <strong>de</strong> otros. Los testimonios<br />
que puedo alegar en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> vista<br />
están tomados <strong>de</strong> mi experiencia con neuróticos, y por eso<br />
no llenan todos los requisitos. Comunicaré un caso en el cual<br />
lo que me puso sobre <strong>la</strong> pista que luego haría posible solucionar<br />
el conflicto en el paciente fue, más que un yerro, lo<br />
que l<strong>la</strong>maríamos una acción sintomática o casual. Acepté<br />
hacer algo por <strong>la</strong> <strong>vida</strong> conyugal <strong>de</strong> un hombre muy inteligente,<br />
cuyas <strong>de</strong>savenencias con su joven esposa, que lo amaba<br />
tiernamente, podían invocar unos fundamentos reales,<br />
si bien estos no <strong>la</strong>s explicaban <strong>de</strong>l todo, como él mismo<br />
admitía. Lo ocupaba sin cesar <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> separarse, que tornaba<br />
a <strong>de</strong>sestimar una y otra vez porque amaba con ternura<br />
a sus dos hijos pequeños. No obstante, siempre volvía sobre<br />
ese <strong>de</strong>signio, y a todo esto no buscaba medio alguno <strong>de</strong> dar<br />
un sesgo más soportable a <strong>la</strong> situación. Este no-acabar con<br />
un conflicto vale para mí como prueba <strong>de</strong> que unos motivos<br />
inconcientes y reprimidos estuvieron ahí aprontados para<br />
reforzar a los motivos concientes en pugna, y en tales casos<br />
me propongo poner término al conflicto mediante el análisis<br />
psíquico. El hombre me narró cierto día un pequeño episodio<br />
que lo había aterrorizado en extremo. Andaba «correteando»<br />
{«hetzen»} con su hijo mayor, c<strong>la</strong>ramente su preferido,<br />
lo echaba por lo alto y lo <strong>de</strong>jaba caer; en una oportunidad<br />
lo hizo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un sitio tal, y tan alto, que el niño<br />
casi se dio <strong>de</strong> cabeza contra <strong>la</strong> pesada lámpara <strong>de</strong> gas ahí<br />
colgada. ¡Casi, pero no <strong>de</strong> verdad; poco le faltó! Al niño<br />
no le pasó nada, pero se mareó con el susto. El padre,<br />
espantado, quedó <strong>de</strong> pie con el niño en los brazos, <strong>la</strong> madre<br />
tuvo un ataque histérico. La singu<strong>la</strong>r <strong>de</strong>streza <strong>de</strong> este movimiento<br />
impensado, <strong>la</strong> violencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> reacción <strong>de</strong> los padres,<br />
me sugirieron consi<strong>de</strong>rar esta contingencia como una<br />
acción sintomática <strong>de</strong>stinada a expresas un mal propósito<br />
hacia el hijo amado. Pu<strong>de</strong> cance<strong>la</strong>r <strong>la</strong> contradicción que sig-<br />
una casualidad ni el efecto <strong>de</strong> una obnubi<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> conciencia, sino<br />
una autoaniqui<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>liberada, que se ejecutó con un propósito inconciente<br />
y se enmascaró como acci<strong>de</strong>nte casual. Me corroboran esta<br />
concepción ciertas manifestaciones hechas por <strong>la</strong> señorita Z. a sus<br />
parientes, tanto antes como <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> conocerme, y <strong>la</strong>s que a mí<br />
mismo me hizo hasta los últimos días; todo ello aprehensible como<br />
un efecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> pérdida <strong>de</strong> su anterior novio, que a sus ojos nada era<br />
capaz <strong>de</strong> sustituir».<br />
*2 [Este párrafo data <strong>de</strong> <strong>1901</strong>.]<br />
184