10.05.2013 Views

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

Volumen VI – Psicopatología de la vida cotidiana (1901

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—como resarcimiento, digamos así, por el objeto escamoteado—;<br />

empero, enseguida venció esa i<strong>de</strong>a, <strong>de</strong>sechándo<strong>la</strong> por<br />

absurda.<br />

»Estando <strong>de</strong> este ta<strong>la</strong>nte, se puso a renovar el agua <strong>de</strong>l<br />

florero; y pese a que él rarísima vez rompía algo y dominaba<br />

bien su aparato muscu<strong>la</strong>r, lo volteó con un movimiento<br />

que no formaba parte orgánica <strong>de</strong> esa acción, sino que fue<br />

<strong>de</strong> una rara torpeza, <strong>de</strong> suerte que el vaso se partió en cinco<br />

o seis gran<strong>de</strong>s pedazos. Y ello <strong>de</strong>spués que <strong>la</strong> tar<strong>de</strong> anterior<br />

se había <strong>de</strong>cidido, no sin gran<strong>de</strong>s vaci<strong>la</strong>ciones, a colocar ese<br />

vaso lleno <strong>de</strong> flores sobre <strong>la</strong> mesa <strong>de</strong>l comedor y frente a sus<br />

con<strong>vida</strong>dos, pero poco antes <strong>de</strong> romperlo lo había echado<br />

<strong>de</strong> menos, lleno <strong>de</strong> angustia, en su sa<strong>la</strong> <strong>de</strong> estar, y lo había<br />

traído por su propia mano <strong>de</strong> <strong>la</strong> otra habitación. Y cuando<br />

tras el primer <strong>de</strong>sconcierto juntó los pedazos, y comprobó,<br />

al ensamb<strong>la</strong>rlos, que aún se podría reconstruir el vaso casi<br />

por entero, los dos o tres fragmentos mayores se le <strong>de</strong>slizaron<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> mano, haciéndose totalmente añicos, y con ellos<br />

también cualquier esperanza re<strong>la</strong>cionada con el vaso.<br />

»Sin ninguna duda, esta operación fallida respondió a <strong>la</strong><br />

ten<strong>de</strong>ncia actual <strong>de</strong> posibilitar al médico <strong>la</strong> prosecución <strong>de</strong><br />

su querel<strong>la</strong> eliminando aquello que él había retenido, y que<br />

en alguna medida le estorbaba <strong>de</strong>mandar lo que le habían<br />

retenido a él.<br />

»Empero, para cualquier psicoanalista esta operación fallida<br />

posee, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su <strong>de</strong>terminismo directo, uno muchísimo<br />

más profundo e importante: un <strong>de</strong>terminismo simbólico.<br />

El vaso, en efecto, es un indudable símbolo <strong>de</strong> <strong>la</strong> mujer.<br />

»E1 héroe <strong>de</strong> esta pequeña historia había perdido <strong>de</strong><br />

manera trágica a su bel<strong>la</strong>, joven y ardientemente amada esposa;<br />

cayó presa <strong>de</strong> una neurosis cuya nota fundamental<br />

<strong>de</strong>cía que él era el culpable <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>sgracia (<strong>de</strong>cía que "él<br />

había roto un bello vaso"). Ya no entabló ninguna re<strong>la</strong>ción<br />

con <strong>la</strong>s mujeres y cobró aversión por el matrimonio o por<br />

re<strong>la</strong>ciones amorosas dura<strong>de</strong>ras, que eran apreciadas en lo<br />

inconciente como una infi<strong>de</strong>lidad a su esposa muerta, pero<br />

que en lo concicnte racionalizaba diciéndose que él traía <strong>de</strong>sgracia<br />

a <strong>la</strong>s mujeres, una mujer podría matarse por causa<br />

<strong>de</strong> él, etc. (Por eso, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, no tenía permitido conservar<br />

dura<strong>de</strong>ramente el vaso.)<br />

»Y a<strong>de</strong>más, dada su fuerte libido, no es asombroso que<br />

vislumbrara como <strong>la</strong>s más a<strong>de</strong>cuadas unas re<strong>la</strong>ciones —pasajeras<br />

por naturaleza— con mujeres casadas (<strong>de</strong> ahí el retener<br />

el vaso <strong>de</strong> otro).<br />

»Una buena confirmación <strong>de</strong> este simbolismo se encuentra<br />

en los siguientes dos factores. A consecuencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> neu-<br />

169

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!