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36 IV ANUOS.—Sabed, nobles huéspedes , dijo Cedric, que mi hospitalidad nopuede arreglarse á vuestro gusto. A nadie obligo á que le hable ócoma con él. Póngasele mesa aparte , y en ella cuanto necesite : ámenos que quieran hacerle compañía esos señores de los turbantes.—Señor hidalgo, respondió el Templario, mis esclavos sarracenosson verdaderos muslines (1) y huyen del trato y comunicación conlos Judíos.—Se sentará á tu lado, W'amba , dijo Cedric , que un bribón noestá mal junto á un loco.—El loco, dijo Wamba alzando los restos de un pemil, alzará estebaluarte entre él y el bribón.—Silencio, dijo Cedric, que ya lo tenemos aquí.')Al decir esto, se vio entrar y acercarse al lugar ínfimo de ia mesaun hombre do avanzada edad y de alta estatura, aunque encorvadoá fuerza de reverencias é inclinaciones. Fué introducido conpoca ceremonia, y se presentó turbadoé indeciso, haciendoá todaspartes humildes y profundas cortesías. Sus facciones eran represivasy proporcionadas : la nariz aguileña, los ojos neg-ros y penetrantes, la frente alta y simétrica . y majestuosas las canas de labarba y de la cabeza : todo lo cual hubiera formado un hermosoconjunto, si no se notara en él aquel aspecto peculiar de su rav.Kl trage del judío , que parecía haber sido harto maltratado enla tormenta, era una sencilla capa con muchos pliegues, y deiiajouna túnica de color púrpura subido. Llevaba grandes botas guarnecidasde pieles , y un cinturon de que no pendían otras armasque una navaja y un recado de escribir.El gorro era alto, cuadrado, amarillo y de una forma particular,que los Judíos estaban obligados á usar para distinguirse de losCristianos: mas él lo había dejado por respeto á la puerta délasala.El recibimiento que dieron al hebreo de Vorck todos los presentesfué tal, como si hubieran sido sus enemigos personales. Kl mismo Cedric no hizo mas que responder con una ligera inclinaciónde cabeza á sus repetidos acatamientos, señalándole al mismo tiempoel último sitio de la mesa, opuesto al que él ocupaba , sin embargode lo cual, nadie se incomodó para dejarle asiento : lejos deeso, cuando pasó por la fila de huéspedes y criados , echando sentí)Lo mismo rpie musulmán.

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