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CAPITULO SU ..tilporque yo lio ocluido algunas indirectas y todas nao sido inútiles-— Sei" or, d'joRobin Hocd ¡i hienido, voy á espoi erme al enojodo \. A .; pero por san Cristóbal que es por su bien, y que lo he dehacer aunque nunca, me perdoi e. Bernardo, dijo entonces llamandoá parte á un montero, corre á esas malezas de la izquierda, sinque te observe ninguno de los presentes; toca, el cuerno ala manerade los normandos; y si to detienes un instante, te parto pormedio.»Bernardo se separó con el mayor disimulo de la concurrencia, \obedeció exactamente las órdenes de su capitán. Aquel inesperadosonido dejó suspensos á todos los asistentes.«Este es el toque de Malvoisin» dijo el molinero apoderándosedel arco. El ermitaño dejó caer el jarro, y empuñó el garrote. Wambasuspendió sus carcajadas, y echó mano de la espada y del broquel.Todos los demás se pusieron en pié y tomaron las armas.hombres de vida tan precaria y borrascosa pasan sin alterarsede la alegría del banquete al peligro de la batalla.Para Ricardo esta transición era un recreo. Pidió el yelmo y laspiezas principales de la armadura, y mientras Gurth se las ajustaba. mandó espresamento á Wilfrido de Ivanhoe, so pena de su perpetuoenojo, que no tomase parto cu el encuentro.«Hartas veces has peleado por mí, le dijo el Monarca: ahora serásespectador, y verás como sabe pelear Ricardo por su vasallo, \por su amigo. >Entretanto, Robín Hood hah ia enviado algunos monteros en diferentes direcciones, como para reconocer al enemigo; y cuandovio que todos estaban en pié y separados, y el Rey completamentearmado y dispuesto á marchar, se echó á sus pies y lo pidióperdón.«¿De qué, buen montero? dijo Ricardo. ¿No basta el perdón general(pie ya es he concedido? Piensas tú que mi palabra es unapluma que el viento lleva á discreción? ¿O has cometido desde entoncesalgún nuevo desaguisado?—Sí señor, respondió Robín Hood: he cometido una falta, si asípuede llamarse un engaño que redunda en bien de V. A. El toqueque habéis oido no es de Malvoisin, sino dado por orden mía. Miobjeto ha sido poner término á. este banquete, en el cual se estáperdiendo un tiempo que puede ser mas útilmente empleado.»Levantóse al concluir estas palabras; cruzóse de brazos, y en ac-

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