11.07.2015 Views

Untitled

Untitled

Untitled

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CAPÍTULO XLIV. 403so ceder á la realidad: lady Rowena se había manifestado opuestaal proyectado consorcio; y Athelstane, desde la aventura del entierrono habia cesado de declarar en los términos mas positivosque renunciaba para siempre á sus antiguas pretensiones. Cedric,á.pesar de su obstinación, no pudo sobrepujar tan insuperables inconvenientes,y era inútil que persistiese en querer ligar dos personastan poco dispuestas sí realizar sus deseos. Hizo, sin embargo,la última tentativa, y procuro reducir con razones que le parecieroninvencibles el ánimo do su amigo; mas este, lejos de darlaoídos, solo hablaba del atentado cometido en su persona y del castigoque trataba do imponer.A pesar de todas sus amenazas, pudieron mas la natural blandurade su índole, 3 rlas instancias y ruegos de su madre. El ilustredescendiente déla Casa Real do Sajorna estaba tan embebido en estacontroversia y en los medios de refrenar la ambición del Abad,que Cedric nopñdo llamar su atención á ningún otro asunto. Cuandopronunció el nombre de Rowena, Athelstane llenó una copa devino, y dijo: «A la salud de tu hermosa pupila, y á su próximaunión con mi pariente Yv'ilfrido.» El negocio no dejaba la menoresperanza. Yvamba enterado de todos estos pormenores, dijo: «Athelstanees un gallo que no quiere pelea.»Quedaban sin embargo que vencer dos grandes obstáculos en elánimo de Cedric, para realizar los deseos do los dos amantes, á saber:su tenacidad característica, y el odio con que miraba á la dinastíanormanda. El primero fué cediendo poco á poco á las instanciasde Rowena, y al orgullo que le inspiraba la fama de su hijo-Cedric tenia además á mucha honra la alianza de su familia con lade aquella ilustre dama, á pesar de todo el empeño que habia manifestadoen unirla con el único descendiente de Eduardo el Confesor.También se enfrió considerablemente su aversión á los conquistadoresde Inglaterra. Consideraba quo era imposible despojarlesdel trono en quo habían sabido cimentarse. Contribuyó á suavizarlela bondad que le manifestaba Ricardo, el cual se divertíacon sus francas y naturales ocurrencias. Lo cierto es que á los sietedias de su permanencia en la corte del Monarca, el noble sajóndio su consentimiento al enlace de Rowena y Yv'ilfrido.Las bodas de nuestro héroe, obtenida la venia de su padre, se ceebraronen la augusta y magnífica catedral de York. Honrólasaquel Príncipe con su asistencia: y la afabilidad con que entonces

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!