¿ FIN DE CICLO?
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<strong>¿</strong>Fin de ciclo? cambios en la gobernanza del sistema educativo<br />
la combinación de extrema desregulación y alta demanda por este tipo de<br />
programas ha derivado en una baja generalizada de las exigencias de ingreso a las<br />
carreras de educación; así, mientras en 1998 el 78% de los alumnos de primer año de<br />
pedagogía en educación básica estudiaba en programas que exigían rendir la Prueba<br />
de selección universitaria para ser admitido (Psu, o antes la Prueba de aptitud<br />
académica), en 2007 esta proporción se había reducido a un 53,7%. en efecto, en<br />
este año alrededor de la mitad de los nuevos programas de formación docente en<br />
educación básica no requieren a sus alumnos rendir la Psu. ciertamente, la exigencia<br />
de “haber rendido” la Psu tampoco garantiza que todos los alumnos admitidos<br />
hayan demostrado una sólida formación previa: el puntaje promedio de los alumnos<br />
matriculados en programas de educación básica que requieren Psu fue en 2007 de<br />
492,5 (matemática y verbal), muy por debajo de las demás carreras profesionales.<br />
más aún, sólo dos universidades consiguen obtener un promedio general de sus<br />
estudiantes de educación en la Psu por sobre los 600 puntos. lo más grave es que<br />
esta situación lejos de mejorar, parece ser cada vez peor: entre los programas de<br />
educación básica con mayor antigüedad y para los que se tienen registros, en 9 de<br />
11, el puntaje del último matriculado en 2007 fue más bajo que en 2002.<br />
un indicador indirecto de la capacidad académica de los estudiantes de los programas<br />
de formación inicial de profesores proviene de las estadísticas públicas de<br />
la aplicación, en 2008, de la primera versión de la prueba inicia de la universidad<br />
católica para egresados de carreras de educación. en esta prueba –voluntaria–<br />
participó el 80% de las entidades que imparten pedagogía general básica y por<br />
especialidad en segundo ciclo básico, mientras el número de inscritos representó<br />
al 61% de los egresados de dichas entidades. de esta muestra de egresados (que<br />
tiene un sesgo hacia la participación de los programas y estudiantes con mejores<br />
desempeños) el 45,8% de los estudiantes había obtenido menos de 450 puntos<br />
promedio en la Psu, mientras solo un 7% había logrado más de 550 puntos en la<br />
Psu (manzi, 2010) 5 .<br />
la desregulación de la formación docente no sólo ha implicado un aumento<br />
acelerado de la matrícula y los programas, y una baja en la selectividad de los<br />
alumnos, sino también la creación de un importante segmento de programas “no<br />
tradicionales” de formación docente (por ejemplo, programas que sólo requieren<br />
asistencia los días sábado o que son cursados a distancia). aunque recientemente<br />
ha habido un acuerdo para cerrar estos programas, lo cierto es que su incidencia<br />
en la formación del cuerpo docente en ejercicio continúa siendo muy relevante,<br />
especialmente entre los profesores de más reciente incorporación a la docencia.<br />
según ortúzar et al. (2009), el 18% de los profesores de menor experiencia laboral<br />
que trabajan en el sector municipal desarrollaron su formación en programas de<br />
6 semestres o menos; más aún, de acuerdo a telias & valenzuela (2008), el 12%<br />
de los profesores de educación básica en ejercicio se había formado en programa<br />
no tradicionales. Por último, la presencia de profesores educados en programas de<br />
formación de corta duración o no tradicionales se ha ido constituyendo en otro factor<br />
de inequidad social en el sistema escolar; en efecto, mientras en los establecimientos<br />
5 Por cierto, los resultados mostraron una muy fuerte correlación entre el puntaje obtenido en la<br />
prueba inicia y el puntaje obtenido previamente en la Psu.