¿ FIN DE CICLO?
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10. <strong>¿</strong>estÁn las condiciones Para que la docencia… / C. Bellei y J. P. Valenzuela 275<br />
lagos, stekel (2008), por ejemplo, encuentran que el sned tendría un efecto<br />
promedio de 1 punto adicional en el simce.<br />
existen muchas razones para explicar por qué pagar a los profesores por los<br />
resultados medidos en sus alumnos es una política inadecuada. en primer lugar, el<br />
trabajo docente es sólo uno de los muchos factores que afectan el logro de aprendizaje<br />
de los alumnos, la mayor parta de los cuales se encuentra fuera del control<br />
del docente. ciertamente, esto se solucionaría si contásemos con las herramientas<br />
metodológicas para poder separar exactamente la fracción de los resultados de los<br />
alumnos atribuible estrictamente a los docentes; el problema es que tal instrumental<br />
metodológico no existe 11 . más grave aún, en la medida en que los alumnos no se<br />
distribuyen aleatoriamente entre las diferentes escuelas (por el contrario, en chile<br />
existe un muy elevado grado de segregación socioeconómica y académica de los<br />
alumnos), el desafío pedagógico que los profesores enfrentan difiere drásticamente<br />
de un docente a otro, por lo que los incentivos por resultados tienden a perjudicar<br />
a los docentes que trabajan en las condiciones más difíciles.<br />
además está el problema de la evaluación: todo sistema de evaluación de aprendizajes<br />
estandarizado (como el simce) constituye una versión muy incompleta de<br />
los objetivos que se espera que los docentes alcancen con sus alumnos. esto ocurre<br />
no sólo porque en general sólo se evalúa un par de asignaturas, sino porque aún<br />
dentro de esas asignaturas (digamos lenguaje y matemáticas) importantes habilidades<br />
–generalmente las de orden superior– no son medidas por los tests. constituye<br />
además un enorme riesgo de desvalorizar la educación transformarla en un simple<br />
“entrenamiento para el test”, efecto que ha sido sistemáticamente observado cuando<br />
se asocian fuertes consecuencias para los docentes a los resultados de un test. de<br />
paso, la validez de los tests también se pone en riesgo cuando el aprendizaje consiste<br />
en entrenarse para contestarlo. los tests tienen además errores de medición<br />
importantes, que desaconsejan usarlos como indicador de efectividad a nivel de un<br />
profesor o incluso una escuela pequeña 12 .<br />
Por último, está la lógica misma de mejoramiento educacional que subyace al<br />
uso de incentivos monetarios por desempeño. Ésta supone que los docentes cuentan<br />
con las condiciones de contexto y los conocimientos y capacidades profesionales<br />
para desarrollar un trabajo más efectivo con sus alumnos, pero por desmotivación o<br />
falta de responsabilidad profesional, no lo hacen. no existe evidencia científica para<br />
respaldar esta tesis. más aún, se podría afirmar que llevando el incentivo monetario<br />
a un valor muy elevado, éste sería tan atractivo que todos los docentes (no sólo los<br />
desmotivados o irresponsables) se sentirían movidos a mejorar su desempeño. el<br />
punto está en que “querer no es (necesariamente) poder”: si los docentes carecen<br />
de las competencias, conocimientos o condiciones para mejorar su desempeño, el<br />
esperado mejoramiento de los resultados de los alumnos nunca se producirá. lo<br />
más grave es que estas políticas pueden tener efectos no deseados, potencialmente<br />
11 Por cierto, algunos incentivos, como el sned, intentan resolver este problema comparando entre<br />
grupos de escuelas “similares”, pero dicha corrección es muy grosera como para considerarse una<br />
solución válida del problema planteado.<br />
12 una buena argumentación y documentación acerca de éstos y otros efectos indeseados del mal uso<br />
político de los tests de aprendizaje se encuentra en Koretz (2008).