05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

enseguida disipada, de que aquella dama, en su principio generador y<br />

en todas sus moléculas, quizá no era sustancialmente la duquesa<br />

de Guermantes, sino que su cuerpo, ignorante <strong>del</strong> nombre que le<br />

daban, pertenecía a cierto tipo femenino que abarcaba igualmente a<br />

mujeres de médico y de tendero. Y ésa, nada más que ésa es la duquesa<br />

de Guermantes., decía la cara atenta y asombrada que ponía yo para<br />

contemplar aquella imagen que, naturalmente, no tenía nada que ver<br />

con la otra, que, bajo el nombre de la duquesa de Guermantes, se había<br />

aparecido tantas veces en mis sueños, porque esta cara no la había yo<br />

formado arbitrariamente, sino que me había saltado a los ojos por vez<br />

primera un momento antes en la iglesia; que no era de la misma<br />

naturaleza, colorable a voluntad como aquélla, que se dejaba empapar<br />

en el tinte anaranjado de una sílaba, sino que era tan real, que todo,<br />

hasta el granito que se inflamaba en un lado de su nariz, atestiguaba su<br />

sujeción a las leyes de la vida, como en una apoteosis de teatro una<br />

arruga <strong>del</strong> traje de hada o un temblor de su dedo meñique <strong>del</strong>atan la<br />

presencia material de una actriz viva allí donde dudábamos si<br />

teníamos <strong>del</strong>ante tan sólo una proyección luminosa.<br />

Pero al mismo <strong>tiempo</strong> a aquella imagen clavada por su nariz<br />

saliente y su mirada penetrante en mis ojos (quizá porque mis ojos<br />

fueron los primeros que la descubrieron, los que antes la penetraron,<br />

antes de que se me pudiera ocurrir que la mujer que tenía <strong>del</strong>ante<br />

pudiera ser la duquesa de Guermantes), a aquella imagen reciente,<br />

inconmovible, intenté aplicar la idea de que era la señora de<br />

Guermantes, sin lograr otra cosa que hacerla girar enfrente de la<br />

imagen, como dos discos separados por un intervalo. Pero al ver<br />

ahora que aquella señora de Guermantes con la que tanto había<br />

soñado existía realmente, fuera de mí, cobró mayor dominio aún en mi<br />

imaginación, que, paralizada un momento al contacto de una<br />

realidad tan distinta de la que esperaba, empezó a reaccionar y a<br />

decirme: .Ya cubiertos de gloria antes de Carlomagno, los<br />

Guermantes tenían derecho de vida y muerte sobre sus vasallos; la<br />

duquesa de Guermantes es una descendiente de Genoveva de<br />

Brabante. No conoce, no condescendería a conocer a ninguna de las<br />

personas que aquí están.<br />

Y, oh maravillosa independencia de las miradas humanas<br />

sujetas al rostro por un cordón tan largo, tan suelto, tan extensible, que<br />

pueden pasearse ellas solas muy lejos de él!. mientras que la señora de<br />

Guermantes estábase sentada en la capilla encima de las tumbas de sus<br />

antepasados muertos, su mirada vagaba y allá, subía por los pilares, y<br />

hasta se posaba en mí como un rayo de sol que errara por la nave, pero<br />

rayo de sol que me parecía consciente en el momento de acariciarme.<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

149

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!