05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

e inspiradora de la fiebre <strong>del</strong> suicidio. Y se daba cuenta de que tal<br />

interés y tal tristeza eran en él como una enfermedad, y que<br />

cuando se curara de ella, los actos de Odette, los besos que diera a<br />

otros hombres se le aparecerían tan inofensivos como los de cualquier<br />

otra mujer. Pero el que la curiosidad dolorosa que ahora le inspiraban<br />

a Swann tuvieran una causa puramente subjetiva, no bastaba para<br />

que llegara a considerar que era absurda la importancia dada a esa<br />

curiosidad, y lo que hacía para satisfacerla.<br />

Y es que Swann había llegado a una edad cuya filosofía<br />

ayudada por la de la época aquella, por la <strong>del</strong> medio, donde tanto<br />

<strong>tiempo</strong> viviera Swann, el grupo de la princesa de Laumes, donde se<br />

convenía que una persona era tanto más inteligente cuanto más dudaba<br />

de todo, y no se respetaban, como cosas reales e indiscutibles,<br />

más que los gustos personales. no es ya la filosofía de la<br />

juventud, sino una filosofía positiva, médica casi, de hombres que, en<br />

vez de exteriorizar los objetos de sus aspiraciones, hacen por sacar de<br />

sus años pasados un residuo fijo de costumbres y pasiones que puedan<br />

considerar como características y permanentes, y cuya satisfacción<br />

busquen <strong>del</strong>iberadamente, ante todo al adoptar un determinado<br />

género de vida. Swann se resignaba a aceptar la pena que sentía por<br />

ignorar lo que había hecho Odette, lo mismo que aceptaba la<br />

recrudescencia que un clima húmedo originaba a su eczema; y le<br />

gustaba calcular en su presupuesto una suma disponible para obtener<br />

datos relativos a lo que hacía Odette, sin los cuales padecería mucho, lo<br />

mismo que se reservaba dinero para otros gustos que le<br />

procuraban un placer, por lo menos antes de enamorarse, como el de<br />

sus colecciones o el de la buena cocina.<br />

Cuando fue a despedirse de Odette, le pidió ella que se<br />

quedara un rato más, y hasta lo cogió <strong>del</strong> brazo para que no se<br />

fuera, cuando ya estaba abriendo la puerta. Pero él no se fijó, porque<br />

entre los muchos ademanes, frases e incidentes que constituyen la<br />

trama de una conversación, es inevitable que pasemos sin fijarnos junto<br />

a aquellos que ocultan esa verdad que nuestras sospechas andan<br />

<strong>busca</strong>ndo a ciegas, y que, por el contrario, nos detengamos en aquellos<br />

que nada celan. Le decía a cada momento:<br />

-¡Qué lástima que para un día que has venido por la tarde,<br />

cuando nunca vienes, no te haya podido ver!.. Swann sabía muy bien<br />

que Odette no estaba bastante enamorada de él para que aquel<br />

sentimiento tan vivo, por no haber podido recibirlo, fuera sincero; pero<br />

como era buena y le gustada complacerlo, y muchas veces se<br />

entristecía cuando le causaba una contrariedad, le pareció muy<br />

natural que ahora se entristeciera también por haberlo privado de ese<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

237

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!