05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

visto, sobre todo de que hubiera visto de que no le hacía caso. Pero ya<br />

adivinaría que había ido allí detrás de ella. Y cuando el marqués de<br />

Forestelle iba a <strong>busca</strong>rlo para que se marcharan, Swann le respondía:<br />

-No, no puedo ir hoy a Pierrefonds; Odette está allí pasando el<br />

día.. Y Swann se daba por feliz, a pesar de todo, al sentir que si entre<br />

todos los mortales él era el único que no tenía derecho a ir ese día a<br />

Pierrefonds, aquello se debía a que él era para Odette distinto de los<br />

demás, su amante, y esa restricción que él sufría <strong>del</strong> derecho de libre<br />

circulación era una forma más de la esclavitud y de ese amor que tanto<br />

gozaba. Realmente, más valía no correr el riesgo de enfadarse con ella,<br />

tener paciencia y esperar que volviera. Y pasaba los días inclinado<br />

sobre un mapa <strong>del</strong> bosque de Compiègne, como si fuera el famoso<br />

mapa <strong>del</strong> Cariño, rodeado de fotografías <strong>del</strong> castillo de Pierrefonds. <strong>En</strong><br />

cuanto llegaba el día de su posible retorno, volvía a coger la guía,<br />

calculaba el tren que debió de tomar, y si perdía ése, los que le<br />

quedaban luego. No salía por miedo a que llegara un telegrama<br />

mientras estaba fuera de casa, no se acostaba por si acaso Odette<br />

volvía tarde y se le ocurría sorprenderlo yendo a visitarlo a<br />

medianoche. Precisamente, oía que llamaban a la puerta de la calle, le<br />

parecía que tardaban mucho en abrir, iba ya a despertar al portero,<br />

se asomaba a la ventana para llamar a Odette, si es que era ella,<br />

porque tenía miedo, a pesar de que había bajado diez veces en persona<br />

a decirlo, que le contestaran que no estaba el señor en casa. Resultaba<br />

ser un criado que llegaba a acostarse. Se fijaba en el incesante rodar de<br />

los coches que pasaban, y que antes no le llamaban la atención.<br />

Los oía a lo lejos, sentía cómo se iban acercando, cómo pasaban<br />

luego <strong>del</strong>ante de la puerta, portadores de un mensaje sin pararse por<br />

parte y no era para él. Y esperaba toda la noche iba a otra e inútilmente,<br />

porque los Verdurin habían a<strong>del</strong>antado su viaje y Odette estaba en<br />

París desde el mediodía; no se le había ocurrido avisar a Swann,<br />

sin saber qué hacer se había ido ella sola a un teatro, se había vuelto a<br />

casa temprano y ahora estaba durmiendo.<br />

Y es que ni siquiera se había acordado de Swann. Y esos<br />

momentos, en que se olvidaba hasta de la existencia de su querido,<br />

hacían más servicio a Odette, y eran de mayor eficacia para<br />

asegurarle el amor de Swann, que todas las artes de su coquetería.<br />

Porque así, Swann vivía en esa dolorosa excitación que tuvo<br />

fuerza bastante para hacer estallar su amor aquella noche que no<br />

encontró a Odette en casa de los Verdurin y se pasó horas<br />

buscándola. Y Swann no pasaba días felices, como yo en<br />

Combray, durante los cuales se olvidan las penas que revivirán a la<br />

noche. Swann no veía a Odette de día, y a ratos pensaba que dejar a una<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

250

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!