05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

-Bonita cosa, me estoy volviendo neurótico.. Y le cansaba,<br />

muchísimo el pensar que al otro día habría que averiguar de nuevo lo<br />

que Odette había hecho, <strong>busca</strong>r influencias para poder verla. Tan cruel<br />

le era aquella necesidad de una actividad sin tregua, sin variedad,<br />

sin resultados, que un día, al verse un bulto en el vientre, sintió<br />

una gran alegría, pensando que quizá era un tumor mortal, y que ya no<br />

tendría que ocuparse en nada, porque la enfermedad lo gobernaría, lo<br />

tomaría por juguete hasta que llegara el próximo final de todo. Y, en<br />

efecto, si en aquella época se le ocurrió muchas veces desear la muerte,<br />

más que por huir de sus penas, era por escapar a la monotonía de<br />

sus esfuerzos.<br />

Sin embargo, le habría gustado vivir hasta la época en que ya no<br />

la quisiera, cuando Odette ya no tuviera necesidad de decirle mentiras,<br />

cuando lograra por fin enterarse de si aquella tarde que fue a visitarla<br />

estaba o no acostada con Forcheville. A veces, llegaban unos cuantos<br />

días en que la sospecha de que Odette quería a otro hombre, le quitaba<br />

de la cabeza aquella pregunta referente a Forcheville, la despojaba<br />

de todo interés, como esas formas nuevas de un mismo estado morboso<br />

que se nos figura que nos libran de las precedentes. Hasta había días<br />

que no lo atormentaba sospecha alguna. Se creía que ya estaba<br />

curado. Pero al otro día, al despertarse, sentía el mismo dolor en el<br />

mismo sitio, aquel dolor cuya sensación diluyó el día antes en un<br />

torrente de impresiones distintas, pero que no había cambiado de sitio.<br />

Y precisamente, la fuerza <strong>del</strong> dolor es lo que había despertado a Swann.<br />

Como Odette no le daba ningún detalle de aquellas<br />

ocupaciones tan importantes de cada día (aunque él había vivido<br />

ya lo bastante para saber que no hay otras ocupaciones que los<br />

placeres), no tenía Swann bastante base para poder imaginárselas, y su<br />

cerebro funcionaba en el vacío; entonces se pasaba los dedos por<br />

los cansados párpados, como si limpiara los cristales de sus<br />

lentes, y no pensaba en nada. Sin embargo, en aquella vaguedad<br />

sobrenadaban algunos quehaceres de Odette que asomaban de vez en<br />

cuando, y que ella refería a obligaciones con parientes lejanos o con<br />

amigos de antaño, los cuales quehaceres, por ser los únicos que Odette<br />

citaba expresamente como obstáculo a sus citas, formaban para Swann<br />

el marco fijo y necesario de la vida de Odette. De cuando en cuando,<br />

Odette le decía en un tono de voz especial:<br />

-Hoy voy con mi amiga al Hipódromo.; y si Swann se sentía un<br />

día un poco malo y pensaba que quizá Odette quisiera ir a verlo, de<br />

pronto se acordaba de que aquel día era cabalmente el de la amiga, y se<br />

decía:<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

269

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!