05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

autorizaba a leer en uno ni en otra un mensaje de felicidad. Y mientras<br />

que mi amor, esperando sin cesar <strong>del</strong> otro día la confesión <strong>del</strong> de<br />

Gilberta, anulaba y deshacía todas las noches el trabajo mal hecho de la<br />

jornada, en la sombra de mi mismo, una desconocida obrera no dejaba<br />

que se desperdiciaran los hilos que yo había arrancado, y los disponía,<br />

sin preocuparse por darme gusto ni por trabajar en pro de mi felicidad,<br />

en otro orden distinto, el que solía dar siempre a todas sus obras. Como<br />

ella no tenía ningún interés particular por mi amor, y no empezaba por<br />

decidir que me querían, recogía las acciones de Gilberta, que a mí<br />

me parecieron inexplicables, y los defectos que yo le había dispensado.<br />

Y entonces, esos defectos y acciones cobraban una significación. Y<br />

aquel nuevo orden parecía decirme: .Te equivocas si piensas que<br />

cuando Gilberta deja de ir a los Campos Elíseos por una reunión o por<br />

unas compras con la institutriz, o cuando se prepara a un viaje de<br />

vacaciones de Año Nuevo, lo hace por frivolidad o por obediencia..<br />

Porque de haberme querido, no habría sido ni frívola ni dócil, y caso de<br />

haberse visto forzada a obedecer, habríalo hecho con la misma<br />

desesperación que yo sentía los días que le me pasaban sin verla.<br />

Decíame también ese orden nuevo que yo debía saber lo que era amar,<br />

puesto que amaba a Gilberta; llamábame la atención sobre mi<br />

perpetua preocupación por hacerme valer a los ojos de Gilberta (motivo<br />

de que quisiera yo convencer a mi madre para que comprara a<br />

Francisca un impermeable y un sombrero con plumas azules, y mejor<br />

todavía para que no me mandara a los Campos Elíseos con aquella<br />

criada que me avergonzaba; a lo cual respondía mi madre que era un<br />

ingrato con Francisca, tan buena mujer y que tanto nos quería), y sobre<br />

mi imperiosa necesidad de ver a Gilberta, por la cual me pasaba meses<br />

y meses procurando enterarme de en qué época <strong>del</strong> año se iría de París<br />

y adónde, y me parecía un destierro cualquier lugar <strong>del</strong>icioso donde ella<br />

no estuviera, sin desear salir de París mientras pudiera verla en los<br />

Campos Elíseos; y no le costaba mucho trabajo convencerme de<br />

que en los actos de Gilberta nunca descubriría yo análogo deseo ni<br />

preocupación semejante. Gilberta, por el contrario, apreciaba mucho a<br />

su institutriz, sin preocuparse de lo que yo opinara de ella. Y le<br />

parecía muy natural no ir a los Campos Elíseos cuando tenía que hacer<br />

compras con la institutriz, y muy agradable tener que salir con su<br />

madre. Y aun suponiendo que me hubiera permitido ir a pasar las<br />

vacaciones al mismo sitio donde ella, la habrían decidido para la<br />

elección de ese sitio el deseo de sus padres y las mil diversiones que<br />

allí podría hallar, pero en ningún modo la intención que mi familia<br />

tuviera de mandarme a mí allí. Cuando, a veces, me afirmaba que me<br />

quería menos que a otro amigo suyo, que me quería menos que el día<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

347

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!