05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

apenas desapareció Odette. .Debían estar de acuerdo .añadió.; se<br />

reunirían ahí al bajar la cuesta; no han querido despedirse por el<br />

qué dirán. Odette es su querida.. El joven desconocido se echó a<br />

llorar. Swann se puso a consolarlo:<br />

-Después de todo, tiene razón .le dijo secándole las lágrimas y<br />

quitándole el fez para que estuviera más cómodo.. Yo se lo he<br />

aconsejado más de diez veces. No hay motivo para apenarse tanto. Ese<br />

es el hombre que la comprenderá.. Y de ese modo se hablaba Swann a<br />

sí mismo, porque aquel joven, que al principio no reconocía, era<br />

él; como hacen algunos novelistas, había repartido su personalidad<br />

en dos personajes: el que soñaba y el que veía <strong>del</strong>ante de él con un fez<br />

en la cabeza.<br />

<strong>En</strong> cuanto a Napoleón III, era Forcheville: le dio ese nombre por<br />

una vaga asociación de ideas, por cierta modificación de la<br />

fisonomía habitual <strong>del</strong> conde y por el cordón de la Legión de Honor<br />

que llevaba en bandolera; pero, en realidad, por todo lo que el tal<br />

personaje representaba y recordaba en el sueño, se trataba,<br />

indudablemente, de Forcheville. Porque Swann, cuando estaba<br />

dormido, sacaba de imágenes incompletas y mudables deducciones<br />

falsas, y, momentáneamente, tenía tal potencia creadora que se<br />

reproducía por simple división, como algunos organismo inferiores;<br />

con el calor que sentía en la palma de la mano mo<strong>del</strong>aba el hueco de<br />

otra mano que se figuraba estar estrechando, y de sentimientos e<br />

impresiones inconscientes iba sacando peripecias que, lógicamente<br />

encadenadas, acabarían por traer a un punto determinado <strong>del</strong> sueño de<br />

Swann el personaje necesario para recibir su amor o para<br />

despertarlo. De pronto, se hizo una noche negrísima, se oyó tocar a<br />

rebato, pasó gente corriendo, huyendo de las casas que estaban en<br />

llamas; Swann oyó el ruido de las olas que saltaban, y su corazón, que<br />

le latía en el pecho con la misma violencia. De pronto, las<br />

palpitaciones se aceleraron, sintió un dolor y una náusea<br />

inexplicables, y un campesino, lleno de quemaduras, le dijo al pasar:<br />

-.Vaya usted a preguntar a Charlas dónde acabó la noche<br />

Odette con su camarada; Charlus ha estado con ella hace <strong>tiempo</strong>, y<br />

Odette se lo dice todo. Ellos son los que han prendido fuego. Era su<br />

ayuda de cámara, que acababa de despertarlo, diciendo:<br />

-Señor, son las ocho; ha venido el peluquero, y le he dicho que<br />

vuelva dentro de una hora.<br />

Pero esas palabras, al penetrar en las ondas <strong>del</strong> sueño de<br />

Swann, llegaron a su conciencia, después de esa desviación en virtud de<br />

la cual un rayo de sol en el fondo <strong>del</strong> agua parece un sol, lo<br />

mismo que un momento antes el ruido de la campanilla de la puerta,<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

321

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!