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Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

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corno las que tiene todo el mundo, diferentes para cada cual, y que<br />

son todo lo contrario de lo que demanda nuestra sensualidad. Tenía un<br />

perfil excesivamente acusado, un cutis harto frágil, los pómulos<br />

demasiado salientes y los rasgos fisonómicos muy forzados para<br />

que a Swann le pudiera gustar. Los ojos eran hermosos, pero<br />

grandísimos, tanto, que dejándose vencer por su propia masa,<br />

cansaban el resto de la fisonomía y parecía que Odette tenía siempre<br />

mal humor o mala cara. Poco después de aquella presentación en<br />

el teatro, le escribió pidiéndole que le mostrara sus colecciones, que<br />

tanto le interesaban a .ella, ignorante, pero muy aficionada a las cosas<br />

bonitas., diciendo que así se imaginaría ella que le conocía mejor,<br />

después de haberlo visto en su home, que ella se figuraba .muy<br />

cómodo, con su té y sus libros.; si bien no ocultó Odette su asombro de<br />

que Swann viviera, en un barrio que debía de ser tan triste .y tan poco<br />

smart para un hombre tan smart.<br />

Odette fue a casa de Swann, y al marcharse le dijo que<br />

sentía haber estado tan poco <strong>tiempo</strong> en una casa que tanto se alegró de<br />

conocer; y hablaba de Swann como si para ella fuera algo más que el<br />

resto de los humanos que conocía, el cual parecía crear entre ambos<br />

una especie de lazo romántico, que a el le arrancó una sonrisa.<br />

Pero a la edad en que frisaba Swann, cuando ya se está un tanto<br />

desengañado y sabemos contentarnos con estar enamorados por el<br />

gusto de estarlo, sin exigir gran reciprocidad, ese acercarse de los<br />

corazones, aunque ya no sea como en la primera juventud la meta<br />

necesaria <strong>del</strong> amor, en cambio sigue unido a él por una<br />

asociación de ideas tan sólida, que puede llegar a ser origen de<br />

amor si se presenta antes que él. Antes soñábamos con poseer el<br />

corazón de la mujer que nos enamoraba; más a<strong>del</strong>ante nos basta para<br />

enamorarnos con sentir que se es dueño <strong>del</strong> corazón de una mujer. Y<br />

así, a una edad en que parece que <strong>busca</strong>mos ante todo en el amor un<br />

placer subjetivo, en el cual debe entrar en mayor proporción que<br />

nada la atracción inspirada por la belleza de una mujer, resulta que<br />

puede nacer el amor .el amor más físico sin tener previamente y como<br />

base el deseo. <strong>En</strong> esa época de la vida, el amor ya nos ha herido muchas<br />

veces, y no evoluciona él solo, con arreglo a sus leyes desconocidas<br />

y fatales, por <strong>del</strong>ante de nuestro corazón pasivo y maravillado. Lo<br />

ayudamos nosotros, lo falseamos con la memoria y la sugestión. Al<br />

reconocer uno de sus síntomas, nos acordamos de los demás, los<br />

volvemos a la vida.<br />

Como ya tenemos su tonada grabada toda entera en nuestro ser,<br />

no necesitamos que una mujer nos la empiece a cantar por el principio<br />

.admirados ante su belleza. para poder seguir.<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

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