05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ella le reconocía a marcharse juntos, y que Swann estimaba más,<br />

porque, gracias a él, se hacía la ilusión de que ya nadie la veía ni se<br />

interponía entre ellos, de que ya nadie era obstáculo para que<br />

Odette siguiera con él, aun después de haberse separado.<br />

Así, que volvían en el coche de Swann; una noche, cuando<br />

Odette acababa de bajar y estaba diciéndole adiós, cogió<br />

precipitadamente <strong>del</strong> jardincillo que precedía a la casa uno de los<br />

últimos crisantemos <strong>del</strong> año, y se lo dio a Swann, que se iba. Durante<br />

todo el camino, de vuelta a casa, lo tuvo apretado contra sus labios, y<br />

cuando, al cabo de unos días; se marchitó la flor, la guardó<br />

cuidadosamente en su secreter.<br />

Pero nunca entraba en su casa. Sólo dos veces fue por la<br />

tarde a participar en aquella operación, para ella capital, de tomar el té..<br />

Lo retirado y solitario de aquellas callecitas cortas (formadas casi todas<br />

por hotelitos contiguos, cuya monotonía se rompía de pronto con una<br />

casucha siniestra, testimonio histórico, sórdida ruina de una época en<br />

que esos barrios aun tenían mala fama), la nieve que todavía quedaba<br />

en el jardín y en los árboles, el desaliño con que se presenta el invierno<br />

y la cercanía <strong>del</strong> campo, aun daban mayor misterio al calor y las flores<br />

que al entrar en la casa le salían a uno al paso.<br />

<strong>En</strong> el piso bajo, de nivel superior al de la calle, se dejaba a la<br />

izquierda la alcoba de Odette, que daba a una callecita paralela de la<br />

parte de atrás, y una escalera recta, con paredes pintadas en tono<br />

sombrío, adornadas con telas orientales, hilos de rosarios turcos y un<br />

gran farol japonés pendiente de un cordoncito de seda (pero que para<br />

no privar a los visitantes de las comodidades más recientes de la<br />

civilización occidental, ocultaba un mechero de gas), llevaba a la sala y<br />

a la salita. Precedía a estas habitaciones un estrecho recibimiento,<br />

con la pared cuadriculada por un enrejado de jardín, pero dorado, y<br />

que tenía por todo alrededor unos cajones rectangulares, donde aun<br />

florecían, lo mismo que en un invernadero, filas de esos grandes<br />

crisantemos, en aquella época muy notables, pero que no llegaban, ni<br />

con mucho, a los que más a<strong>del</strong>ante lograrían obtener los horticultores.<br />

A Swann le molestaba que estuvieran de moda aquellas flores desde el<br />

año antes; pero esta vez le agradó ver la penumbra de la habitación de<br />

rosa, de naranja y de blanco, rayada cual piel de cebra, por los<br />

fragrantes resplandores de esos astros efímeros que se encienden en<br />

los días grises. Odette lo recibió vestida con una bata color rosa, con el<br />

cuello y los brazos al aire. Lo invitó a sentarse a su lado; en uno de<br />

los muchos misteriosos retiros dispuestos en los huecos y rincones <strong>del</strong><br />

salón, protegidos por grandes palmeras, colocadas en maceteras chinas,<br />

o por biombos, adornados con retratos, lazos y abanicos. Le dijo: .Así<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

186

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!