05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

A la noche siguiente, cuando salió <strong>del</strong> banquete estaba<br />

lloviendo mucho, y como él tenía coche abierto, un amigo se ofreció a<br />

llevarlo a su casa en cupé; Swann, como Odette le había dicho el día<br />

antes que fuera a su casa, estaba seguro de que su querida no esperaba a<br />

nadie aquella noche, y de buena gana, mejor que echar a andar en la<br />

victoria con aquel chaparrón; se habría ido a acostar tranquilo y<br />

contento. Pero quizá si veía Odette que no siempre tenía el mismo<br />

interés en pasar con ella sus últimas horas, ya no se preocuparía<br />

de reservárselas y podrían faltarle un día que las necesitara más<br />

que nunca.<br />

Llegó a casa de Odette pasadas las once; se excusó por haber<br />

ido tan tarde, y ella se quejó de que, en efecto, era muy tarde, de que la<br />

tormenta la había puesto un poco mala y de que le dolía la cabeza, y le<br />

previno que iba a tenerlo a su lado media hora nada más y que<br />

a las doce lo echaría; al poco rato dio muestras de cansancio y de<br />

sueño.<br />

-¿<strong>En</strong>tonces esta noche no hay catleyas? -dijo Swann…¡Yo que<br />

esperaba una buena catleya !...<br />

Odette le contestó un poco huraña y nerviosa:<br />

-No, amiguito, ¿no ves que estoy mala? Esta noche no hay<br />

catleyas.<br />

-Bueno, no insisto; aunque yo creo que te sentaría bien.<br />

Odette rogó a Swann que apagara la luz antes de irse; él<br />

mismo echó las cortinas de la cama y se marchó. Pero volvió a su casa<br />

y, de repente, se le ocurrió que quizá Odette estaba esperando a alguien<br />

aquella noche, que lo <strong>del</strong> cansancio era fingido, que si le pidió que<br />

apagara la luz fue para hacerle creer que iba a dormirse, y que en<br />

cuanto Swann se fue, Odette volvió a encender y abrió la puerta al<br />

hombre que iba a pasar la noche con ella. Miró qué hora era. Hacía una<br />

hora y media que se habían separado; salió a la calle, tomó un simón y<br />

mandó parar muy cerca de la casa de Odette, en una callecita<br />

perpendicular a aquella otra a la que daba la parte trasera <strong>del</strong> hotel<br />

y la ventana donde él llamaba muchas noches para que Odette saliera a<br />

abrirle. Bajó <strong>del</strong> coche; a su alrededor, en aquel barrio, todo era<br />

soledad y negrura; dio unos cuantos pasos y desembocó <strong>del</strong>ante<br />

de la casa. <strong>En</strong>tre la oscuridad de todas las ventanas de la calle,<br />

apagadas ya hacía rato, vio una única ventana que derramaba, por<br />

entre los postigos que prensaban su pulpa misteriosa y dorada, la<br />

luz de la habitación, esa luz que, así como otras noches, al verla desde<br />

lejos, al llegar a la callecita, le anunciaba .Aquí está Odette<br />

esperándote., ahora lo torturaba y le decía .Aquí está Odette con el<br />

hombre que esperaba.. Quiso saber quién era; se deslizó a lo largo de la<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

231

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!