05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

in<strong>del</strong>icados de otra persona, ella los censuraba en nombre de los<br />

mismos principios que Swann oyera de boca de sus padres y a los que<br />

se mantuvo fiel; luego arreglaba sus flores en jarrón, bebía un sorbo de<br />

té y preguntaba a Swann cómo iban sus trabajos. Y Swann extendía<br />

esas costumbres a todo el resto de la vida de Odette, y repetía esos<br />

ademanes cuando quería representarse esa parte de la vida de ella que<br />

no veía. Si se la hubieran pintado portándose con otro hombre tal como<br />

se portaba o se había portado con él, habría sufrido, porque la imagen le<br />

parecería verosímil. Pero eso de que fuera a casa de alcahuetas, de que<br />

se entregara a orgías con mujeres y que hiciera la vida crapulosa de una<br />

criatura abyecta, era una divagación insensata, y los tres sucesivos, los<br />

crisantemos imaginados y las virtuosas indignaciones no dejaban<br />

pensar, a Dios gracias, en la posibilidad de tales cosas. Tan sólo de vez<br />

en cuando daba a entender a Odette que con mala intención le contaban<br />

todo lo que ella hacía; y utilizando hábilmente un detalle insignificante,<br />

pero cierto, que había llegado a su conocimiento por casualidad, y que<br />

era el único cabo que dejaba él pasar de esa reconstitución de la vida de<br />

Odette que llevaba dentro, le hacía suponer que estaba enterado de<br />

cosas que ni sabía ni sospechaba siquiera; y si muchas veces<br />

conjuraba a Odette a que le confesara la verdad, era consciente o<br />

inconscientemente, para que ella le dijera todo lo que hacía.<br />

Indudablemente Swann no mentía al decir a Odette que le<br />

gustaba la sinceridad, pero le gustaba como una proxeneta que podía<br />

tenerlo al corriente de lo que hacía su querida. Y como su amor a la<br />

sinceridad no era desinteresado, no le servía de nada bueno. La verdad<br />

que ansiaba era la que le iba a decir Odette; pero, para lograrla, no<br />

temía, recurrir a la mentira, a aquella mentira que describía<br />

siempre a Odette como camino seguro a la degradación de toda<br />

criatura humana. Y, en suma, venía a mentir tanto como Odette, porque<br />

era más infeliz que ella y no menos egoísta. Y Odette, al oír a Swann<br />

contarle cosas que ella misma había hecho, lo miraba con<br />

desconfianza, y por si acaso, con un poco de enfado, para que no<br />

pareciera que se humillaba y que tenía vergüenza de sus actos.<br />

Un día, cuando estaba en uno de los períodos de calma más<br />

largos que pudo atravesar sin que lo atormentaran los celos, aceptó un<br />

convite al teatro que le hizo la princesa de los Laumes. Abrió un<br />

periódico para ver lo que daban, y al leer el título de la obra, Las<br />

muchachas de mármol, de Teodoro Barriere, sintió una impresión tan<br />

dolorosa que se hizo para atrás y volvió la cabeza a otro lado. Y es que<br />

la palabra .mármol., que ya no le hacía ninguna sensación por lo<br />

acostumbrado que a ella estaba, en aquel sitio nuevo en que<br />

figuraba, en aquel título, como iluminada por la luz de las candilejas, se<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

304

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!