05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

infi<strong>del</strong>idad de innumerables sospechas, que tenían todos por objeto<br />

a Odette. Si hubiera pasado mucho <strong>tiempo</strong> sin verla, los deseos muertos<br />

no habrían tenido sustitutos. Pero la presencia de Odette seguía<br />

sembrando en el corazón de Swann cuándo cariño, cuándo sospechas.<br />

Alunas noches estaba con Swann amabilísima, y le advertía<br />

duramente que debía aprovecharse de aquella buena disposición, so<br />

pena de que no volviera a repetirse en años; era menester volver en<br />

seguida a casa en <strong>busca</strong> de .la catleya., y el deseo que Swann le<br />

inspiraba era tan repentino, inexplicable e imperioso, tan<br />

demostrativas e insólitas las caricias que le prodigaba luego, que<br />

aquel brutal e inverosímil cariño daba a Swann tanta pena como<br />

una mentira o una ruindad. Una noche que, cediendo a las órdenes de<br />

Odette, volvieron juntos a su casa, cuando ella entretejía en sus besos<br />

palabras de apasionado amor, tan en contraste con su sequedad de<br />

ordinario, a Swann le pareció de pronto que oía ruido; se levantó, buscó<br />

por todas partes, sin encontrar a nadie; pero ya no tuvo valor para<br />

volver junto a Odette, que, entonces, en el colmo de la rabia, rompió un<br />

jarrón y le dijo: .Contigo no se puede hacer nada.. Y a él le quedó la<br />

duda de si su querida tenía a alguien oculto para hacerlo sufrir de celos<br />

o para excitar su sensualidad.<br />

Algunas veces iba a las casas de citas con la esperanza de<br />

enterarse de algo relativo a Odette, aunque no se atrevía a nombrarla:<br />

-Tengo una chiquita que le va a gustar -le decía el ama y Swann<br />

se pasaba una hora hablando tristemente con una pobre muchacha,<br />

toda asombrada de que no hiciera más que hablar. Hubo una muy joven<br />

y muy guapa que le dijo un día: .Lo que yo quisiera es encontrar<br />

un amigo, porque podría estar seguro de que no iría con nadie más..<br />

-¿Crees tú de verdad que una mujer agradece que la<br />

quieran y no engañe nunca?., le preguntó Swann ansiosamente.<br />

-¡Ah!, claro, eso va en caracteres.. Swann no podía por menos<br />

de decir a estas chicas las mismas cosas que agradaban a la princesa de<br />

los Laumes. A esa que <strong>busca</strong>ba un amigo le dijo: .Muy bien; hoy has<br />

traído ojos azules, <strong>del</strong> mismo color de tu cinturón..<br />

-También usted lleva puños azules.. .Bonita conversación para<br />

un sitio como éste. Quizá te esté yo molestando y tengas que hacer.<br />

-No, nada.<br />

-Si me aburriera usted, se lo habría dicho. Al contrario,<br />

me gusta mucho oírlo hablar.. .Muchas gracias. ¿Verdad que<br />

estamos hablando muy formalitos?., dijo al ama de casa, que<br />

acababa de entrar.<br />

-Esto estaba yo pensando precisamente. ¡Qué serios! Y es que<br />

ahora la gente viene aquí a hablar. El príncipe decía el otro día que se<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

315

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!