05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

invitación de su cuñado, por la ópera o por haberse marchado al<br />

campo, a una reunión a la que nunca tuvo intención de asistir. Y así<br />

daba a mucha gente la alegría de suponer que estaba en muy buenas<br />

relaciones con ellos, que de buena gana habría ido a su casa, a no ser<br />

por aquellos contra<strong>tiempo</strong>s principescos, que tanto halagaban a sus<br />

amigos ver en competencia con su invitación. Además, como formaba<br />

parte de aquel ingenioso grupo de los Guermantes donde sobrevivía<br />

algo de la gracia viva, sin lugares comunes ni sentimientos<br />

convencionales, que desciende de Merimée, y halla su última<br />

expresión en el teatro de Meilhac y Halévy., adaptaba esa gracia al trato<br />

social, la trasponía hasta en su cortesía, que aspiraba a que fuese<br />

precisa, positiva, muy cercana a la humilde verdad. No exponía<br />

ampliamente a una señora cuán grandes eran sus deseos de asistir a una<br />

reunión en su casa; le parecía más amable enumerarle unas<br />

cuantas menudencias de las que dependía que pudiera ir o no.<br />

-Mira, te diré .contestó a la marquesa de Gallardon; mañana<br />

tengo que ir a casa de una amiga que me tiene comprometida hace ya<br />

mucho <strong>tiempo</strong>. Si nos lleva al teatro no me será posible, con toda mi<br />

mejor voluntad, ir a tu casa; pero si no salimos, como sé que estaremos<br />

solos, podré marcharme antes.<br />

-¿Has visto a tu amigo Swann?<br />

-No, no sabía que estuviera aquí esa alhaja de Swann; voy a<br />

hacer porque me vea.<br />

-Es raro que venga aquí, a casa de la vieja Saint-Euverte .dijo la<br />

marquesa. Ya sé que es hombre listo –añadió-; queriendo dar a<br />

entender que era intrigante; pero, de todos modos, es extraño ver a un<br />

judío en casa de una mujer que tiene un hermano y un cuñado<br />

arzobispos.<br />

-Yo confieso con rubor que no me parece nada extraño .contestó<br />

la princesa de los Laumes.<br />

-Ya sé que se ha convertido desde sus padres y sus abuelos.<br />

Pero dicen que los que abjuran su religión siguen tan apegados a ella<br />

como los demás, y que eso de la conversión es una farsa. ¿No lo<br />

sabes tú?<br />

-Carezco de toda ilustración en ese punto.<br />

El pianista, que tenía que tocar dos cosas de Chopin, una vez<br />

acabado el preludio, empezó una polonesa. Pero, en cuanto la marquesa<br />

de Gallardon indicó a su prima que Swann estaba allí, Chopin<br />

redivivo habría podido tocar todas sus obras sin ganarse la atención de<br />

la princesa de los Laumes. Hay dos clases de personas: unas que se<br />

sienten atraídas con gran curiosidad por las gentes que no conocen, y<br />

otras que sólo tienen interés por los conocidos; la princesa de los<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

283

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!