05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Buena manera tenía de educar a sus hijos su Saint-Simon de<br />

usted, si no los enseñaba a dar la mano a todas las personas honradas.<br />

Es sencillamente odioso. Y se atreve usted a citar eso». Y mi abuelo,<br />

afligido, y comprendiendo ante esta obstrucción la imposibilidad de<br />

intentar que Swann le contara aquellas anécdotas que tanto le<br />

hubieran divertido, decía en voz baja a mamá: «Recuérdame ese verso<br />

que me enseñaste y que me consuela tanto en estos momentos. ¡Ah!,<br />

sí: Señor, cuántas virtudes nos has hecho tú odiosas. ¡Qué bien<br />

está eso!<br />

Yo no quitaba la vista de encima a mi madre; sabía bien que<br />

cuando estuviéramos a la mesa no me dejarían quedarme mientras<br />

durara toda la comida, y que para no contrariar a mi padre, mamá no<br />

me permitiría que le diera más de un beso <strong>del</strong>ante de la gente, como si<br />

fuera en mi cuarto. Así que ya me estaba yo prometiendo para cuando,<br />

estando todos en el comedor, empezaran a cenar ellos y sintiera yo que<br />

se acercaba la hora, sacar por anticipado de aquel beso, que habría de<br />

ser tan corto y fugitivo, todo lo que yo únicamente podía sacar de él:<br />

escoger con la mirada el sitio de la mejilla que iba a besar, preparar el<br />

pensamiento para poder consagrar gracias a ese comienzo mental <strong>del</strong><br />

beso, el minuto entero que me concediera mi madre al sentir su cara en<br />

mis labios, como un pintor que no puede lograr largas sesiones de<br />

mo<strong>del</strong>o prepara su paleta y hace por anticipado de memoria, con<br />

arreglo a sus apuntes, todo aquello para lo cual puede en rigor<br />

prescindir <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o. Pero he aquí que, antes de que llamaran a cenar,<br />

mi abuelo tuvo la ferocidad inconsciente de decir: «Parece que el<br />

niño está cansado, debería subir a acostarse. Porque, además, esta<br />

noche cenamos tarde». Y mi padre, que no guardaba con la misma<br />

escrupulosidad que mi muela y mi madre el respeto a la fe jurada, dijo:<br />

«Sí, anda, ve a acostarte». Fui a besar a mamá y en aquel momento<br />

sonó la campana para la cena.<br />

No, no, deja a tu madre; bastante os habéis dicho adiós<br />

ya; esas manifestaciones son ridículas. Anda, sube.» Y tuve que<br />

marcharme sin viático, tuve que subir cada escalón llevando la<br />

contra a mi corazón, ir subiendo contra mi corazón, que quería<br />

volverse con mi madre, porque ésta no le había dado permiso para<br />

venirse conmigo, como se le daba todas las noches con el beso. Aquella<br />

odiada escalera por la que siempre subí con tan triste ánimo echaba un<br />

olor a barniz que en cierto modo absorbió y fijó aquella determinada<br />

especie de pena que yo sentía todas las noches, contribuyendo a hacerla<br />

aún más cruel para mi sensibilidad, porque bajo esa forma<br />

olfativa mi inteligencia no podía participar de ella. Cuando estamos<br />

durmiendo y no nos damos cuenta de un dolor de muelas que nos<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

24

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!