05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

limpio con que se te ponga malo? Ya que hay dos camas en su<br />

cuarto, di a Francisca que te prepare la grande, y por esta noche duerme<br />

en su alcoba. Vamos, buenas noches. Yo, que no tengo tantos nervios<br />

como vosotros, voy a acostarme.»<br />

No era posible dar las gracias a mi padre; lo que él llamaba<br />

sensiblerías le hubiera irritado. Yo no me atrevía a moverme; allí<br />

estaba el padre aún <strong>del</strong>ante de nosotros, enorme, envuelto en su<br />

blanco traje de dormir y con el pañuelo de cachemira que se ponía en la<br />

cabeza desde que padecía de jaquecas, con el mismo ademán con que<br />

Abrahán, en un grabado copia de Benozzo Gozzoli, que me había<br />

regalado Swann, dice a Sara que tiene que separarse de Isaac. Ya<br />

hace muchos años de esto. La pared de la escalera por donde yo<br />

vi ascender el reflejo de la bujía, hace largo <strong>tiempo</strong> que ya no existe. <strong>En</strong><br />

mí también se han deshecho muchas que yo creí que durarían siempre,<br />

y se han alzado otras nuevas, preñadas de penas y alegrías nuevas que<br />

entonces no sabía prever, lo mismo que hoy me son difíciles de<br />

comprender muchas de las antiguas. Hace mucho <strong>tiempo</strong> que mi padre<br />

ya no puede decir a mamá: «Vete con el niño».<br />

Para mí nunca volverán a ser posibles horas semejantes. Pero<br />

desde que hace poco otra vez empiezo a percibir, si escucho<br />

atentamente, los sollozos de aquella noche, los sollozos que tuve valor<br />

para contener en presencia de mi padre, y que estallaron cuando<br />

me vi a solas con mamá. <strong>En</strong> realidad, esos sollozos no cesaron<br />

nunca; y porque la vida va callándose cada vez más en torno de mí, es<br />

por lo que los vuelvo a oír, como esas campanitas de los conventos tan<br />

bien veladas durante el día por el rumor de la ciudad, que parece que se<br />

pararon, pero que tornan a tañer en el silencio de la noche.<br />

Aquélla la pasó mamá en mi cuarto; en el mismo momento en<br />

que acababa de cometer una falta tan grande que ya esperaba que<br />

me echaran de casa, mis padres me concedían mucho más de lo que<br />

hubiera logrado de ellos como recompensa de una buena acción. Y<br />

hasta en aquella hora en que se manifestaba de modo tan benéfico, el<br />

comportamiento de mi padre conmigo conservaba algo de aquel<br />

carácter de cosa arbitraria e inmerecida que lo distinguía y que derivaba<br />

de que su conducta obedecía más bien a circunstancias fortuitas que a<br />

un plan premeditado. Y puede ser que hasta aquello que yo llamaba<br />

su severidad, cuando me mandaba a acostar, era menos digno de ese<br />

nombre que la severidad de mi madre o mi abuela, porque su<br />

naturaleza, mucho más distinta de la mía en ciertos puntos que la de mi<br />

mamá y mi abuelita probablemente no había adivinado hasta entonces<br />

lo que yo sufría todas las noches, cosas que ellas sabían muy bien; pero<br />

me querían lo bastante para no consentir en ahorrarme esa pena,<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

32

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!