05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

que casi podía llamarse felicidad. Quizá a esa angustia se debía la<br />

importancia que había tomado Odette para Swann.<br />

La mayoría de las personas que conocemos no nos inspiran más<br />

que indiferencia; de modo que cuando en un ser depositamos grandes<br />

posibilidades de pena o de alegría para nuestro corazón, se nos figura<br />

que pertenece a otro mundo, se envuelve en poesía, convierte<br />

nuestra vida en una gran llanura, donde nosotros no apreciamos<br />

más que la distancia que de él nos separa. Swann no podía por<br />

menos de inquietarse cuando se preguntaba lo que Odette sería para él<br />

en el porvenir. Muchas veces, al ver desde su victoria, en aquellas<br />

hermosa y frías noches; la luz de la luna que difundía su claridad entre<br />

sus ojos y las calles desiertas, pensaba en aquel rostro claro, levemente<br />

rosado, como el de la luna; que surgió un día ante su alma, y que desde<br />

entonces, proyectaba sobre el mundo la luz misteriosa en que<br />

aparecía envuelto. Si llegaba cuando Odette ya había mandado<br />

acostarse a sus criados, en vez de llamar a la puerta <strong>del</strong> jardín, iba<br />

primero a la callecita trasera, a la que daba, entre las demás ventanas<br />

iguales, pero oscuras, de los hotelitos contiguos, la ventana, la única<br />

iluminada, de la alcoba de Odette, en el piso bajo.<br />

Daba un golpecito, en el cristal, y ella, que ya estaba sobre<br />

aviso, contestaba y salía a esperarlo a la puerta de entrada <strong>del</strong> otro lado.<br />

<strong>En</strong>cima <strong>del</strong> piano estaban abiertas algunas de las obras<br />

musicales favoritas de Odette: el Vals de las Rosas y Pobre loco,<br />

de Tagliafico (obra que debía tocarse en su entierro, según decía en su<br />

testamento); pero Swann le pedía que tocara, en vez de estas cosas, la<br />

frase de la sonata de Vinteuil, aunque Odette tocaba muy mal; pero<br />

muchas veces la visión más hermosa que nos queda de una obra es la<br />

que se alzó por encima de unos sonidos falsos que unos torpes dedos<br />

iban arrancando a un piano desafinado. Para Swann la frase continuaba<br />

espiritualmente asociada a su amor por Odette. Bien sabía él que ese<br />

amor no correspondía a nada externo que los demás pudieran percibir,<br />

y se daba cuenta de que las cualidades de Odette no justificaban<br />

el valor que concedía a los ratos que pasaba a su lado.<br />

Y más de una vez, cuando dominaba en Swann la<br />

inteligencia positiva, quería dejar de sacrificar tantos intereses<br />

intelectuales y sociales a ese placer imaginario. Pero la frase, en cuanto<br />

la oía, sabía ganarse en el espíritu de Swann el espacio que necesitaba,<br />

y ya las proporciones de su alma se cambiaban; y quedaba en ella<br />

margen para un gozo que tampoco correspondía a ningún objeto<br />

exterior, y que, sin embargo, en vez de ser puramente individual como<br />

el <strong>del</strong> amor, se imponía a Swann con realidad superior a la de las cosas<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

200

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!