05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

valerosamente a los que no opinan como ella. Por lo menos, usted<br />

no mata a sus enfermos.<br />

-Pero, señora, observe usted que es académico –replicó el doctor<br />

irónicamente., y hay enfermos que prefieren morir a manos de un<br />

príncipe de la ciencia... Es muy elegante eso de poder decir que lo<br />

asiste a uno Potain.<br />

-¡Ah, sí!, ¿conque es más elegante? ¿De modo que ahora entra<br />

en las enfermedades eso de la elegancia? No lo sabía. ¡Qué divertido es<br />

usted! .exclamó de pronto, tapándose la cara con las manos.. Y yo,<br />

tonta de mí, que estaba discutiendo seriamente sin notar que me la<br />

estaba usted dando con queso.<br />

Al señor Verdurin le pareció un poco cansado echarse a reír por<br />

tan poca cosa, y se limitó a echar una bocanada de humo;<br />

pensando tristemente que nunca podría rivalizar con su esposa en el<br />

terreno de la amabilidad.<br />

-¿Sabe usted que su amigo nos ha sido muy simpático? -<br />

dijo la señora de Verdurin a Odette, cuando ésta se despedía.<br />

Es muy sencillo y muy agradable. Si todos los amigos que nos<br />

presente usted son así, puede traerlos cuando quiera.<br />

El señor Verdurin observó que Swann no había sabido<br />

apreciar a la tía <strong>del</strong> pianista.<br />

-Es que todavía no estaba en su centro .respondió su mujer.<br />

¿Cómo quieres que la primera vez tenga ya el tono de la casa, como<br />

Cottard, que es de nuestro clan hace ya años? La primera vez no se<br />

cuenta, es para hacer dedos. Odette, hemos quedado en que mañana<br />

irá a <strong>busca</strong>rnos al Chatelet. ¿Por qué no va usted a recogerlo a su<br />

casa?<br />

-No, no quiere.<br />

-Bueno, lo que usted disponga. Pero no vaya a desertar a última<br />

hora.<br />

Con gran sorpresa de la señora de Verdurin, Swann no desertó<br />

nunca. Iba a <strong>busca</strong>rlos a cualquier parte, hasta a los restaurantes de las<br />

afueras, algunas veces aunque no muchas, porque aun no era la<br />

temporada, y, sobre todo, al teatro, que gustaba mucho a la señora de<br />

Verdurin; un día, en casa, dijo la señora que les sería muy útil para las<br />

noches de estreno y de funciones de gala un pase de libre circulación<br />

para el coche, y que le echaron mucho de menos el día <strong>del</strong> entierro de<br />

Gambetta. Swann, que nunca aludía a sus amistades de lustre, sino<br />

tan sólo a aquellas de poco precio, que le hubiera parecido poco<br />

<strong>del</strong>icado ocultar, y entre las cuales contaba, por haberse<br />

acostumbrado a juzgarlas así en los salones <strong>del</strong> barrio de Saint-<br />

Germain, sus amistades con personajes oficiales, contestó:<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

182

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!