05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

otra que se iba poniendo el abrigo y guardando su raqueta, y que<br />

le gritó con voz breve: .Adiós, Gilberta, me voy: no se te olvide que<br />

esta noche, después de cenar, vamos a tu casa.. Aquel nombre de<br />

Gilberta pasó junto a mí, y evocó con gran fuerza la existencia de la<br />

persona que designaba, porque no se limitó a nombrarla como a<br />

una ausente de la que se está hablando, sino que se dirigía a ella misma;<br />

pasó junto a mí, por decirlo así, en acción, con fuerza realzada por la<br />

trayectoria de la voz en el aire y por lo próximo de su objetivo<br />

.llevando a bordo la amistad y las nociones que tenía de la persona a<br />

quien la voz se encaminaba, no yo, sino la amiga que la llamaba, todo<br />

lo que al gritar veía o, al menos, poseía en su memoria la muchacha, de<br />

su diaria intimidad, de sus mutuas visitas, de la vida, desconocida, aun<br />

más inaccesible y dolorosa para mí, por ser tan familiar y manejable<br />

para aquella feliz criatura, que me rozaba con todas esas cosas sin que<br />

yo pudiera penetrar en ellas, lanzándolas en un grito a pleno aire.,<br />

dejando ya flotar en el aire la <strong>del</strong>iciosa emanación que desprendió la<br />

voz al tocarlos con suma precisión, de unos cuantos puntos invisibles<br />

de la vida de la señorita de Swann, de cómo sería la noche esa en su<br />

casa después de cenar .formando, celeste pasajera por un mundo de<br />

niños y criadas, una nubecilla de precioso color, como esa que está,<br />

toda bombeada, flotando sobre un hermoso jardín de Poussin, y<br />

que refleja minuciosamente, como nube de ópera, llena de carros y<br />

caballos, una apariencia de la vida de los dioses.; y, en fin, echando<br />

sobre aquella pelada hierba, en el sitio donde ella estaba (un<br />

trozo de césped marchito y un momento de la tarde de la rubia<br />

jugadora de volante, que no dejó de lanzarlo y recogerlo hasta que la<br />

llamó una institutriz con unas plumas verdes en el sombrero), una<br />

franjita maravillosa, de color de heliotropo, impalpable como un<br />

reflejo, y superpuesta como una alfombra, que yo no me cansé de pisar<br />

en paseos lentos, nostálgicos y profanadores, mientras que Francisca no<br />

me gritó: .Vamos, échese los botones de su abrigo, que nos<br />

largamos., cuando advertí yo, por primera vez y con enojo, que<br />

Francisca hablaba muy vulgarmente y no llevaba sombrero con<br />

plumas.<br />

¿Volvería Gilberta a los Campos Elíseos? Al otro día no<br />

estaba, pero la vi los días siguientes; me pasaba el <strong>tiempo</strong> dando<br />

vueltas alrededor <strong>del</strong> sitio donde estaba ella jugando con sus amigas,<br />

así que, una vez que no eran bastantes para jugar a justicias y ladrones,<br />

me mandó preguntar si quería completar su bando, y desde entonces<br />

jugué con ella siempre que iba. Cosa que no ocurría todos los días;<br />

porque muchas se lo impedían sus clases, el catecismo, una merienda,<br />

toda esa vida separada de la mía, que ya había sentido pasar tan<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

333

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!