05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

esa mujer se cree que le gusta el Arte!. Y diría a Odette, después de<br />

haber deslizado unas frases elogiosas para Forcheville, lo mismo que<br />

había hecho con él muchas veces: .Odette, haga usted un sitio, a su<br />

lado, para el señor de Forcheville.. .¡ <strong>En</strong> la oscuridad! ¡Celestina,<br />

alcahueta !.. Y .alcahueta. llamaba también a la música, que los<br />

incitaría a calarse, a soñar juntos, a mirarse y a cogerse la mano. Y le<br />

parecía razonable la severidad que contra las artes mostraron<br />

Platón, Bossuet y la vieja educación francesa.<br />

<strong>En</strong> fin, la vida que se hacía en casa de los Verdurin, la que él<br />

denominaba antes .verdadera vida., le parecía ahora la peor oída<br />

imaginable, y aquel ambiente el más abyecto de todos.<br />

Verdaderamente, no puede darse nada más bajo en la<br />

escala social: es el último círculo dantesco. Indudablemente, el texto<br />

augusto se refería a los Verdurin. ¡Qué talento demuestran las gentes de<br />

la aristocracia, que, aunque tengan también sus cosas censurables,<br />

nunca son como esas cuadrillas de golfos, en no querer conocerlos<br />

siquiera, ni ensuciarse con su contacto la punta de los dedos! Ese Noli<br />

me tangere <strong>del</strong> barrio de Saint-Germain es una profunda<br />

adivinación.. Ya hacía rato que había salido <strong>del</strong> Bosque, estaba<br />

cerca de su casa, y borracho aún con aquella embriaguez de su dolor, y<br />

con la sonoridad artificial y las entonaciones engañosas que tomaba su<br />

voz, inspirada por un numen no muy sincero, aun seguía perorando en<br />

voz alta, rompiendo el silencio de la noche. La aristocracia tiene<br />

sus defectos, y yo soy el primero en reconocerlos; pero es gente con la<br />

que no le pueden a uno pasar ciertas cosas. He conocido a mujeres<br />

elegantes que no eran perfectas, pero con un fondo de <strong>del</strong>icadeza y<br />

de rectitud en la conducta que las hace incapaces de una felonía, y<br />

que abre un abismo entre ellas y arpías como la Verdurin. ¡Verdurin!<br />

¡Vaya un nombre! No les falta nada, son perfectos en su género. ¡A<br />

Dios gracias, ya iba siendo hora de que se acabara mi condescendencia<br />

en tratar a esas gentes, en esa promiscuidad con esas basuras!<br />

Pero así como las virtudes que un momento antes atribuía a<br />

los Verdurin no hubieran sido suficientes, sin la protección y el favor<br />

que los Verdurin prestaban a sus amores con Odette, para<br />

provocar en Swann aquella embriaguez y aquel enternecimiento por sus<br />

personas, que, en realidad, le eran inspirados por Odette, aunque a<br />

través de otros seres, lo mismo ahora la inmoralidad, por cierta que<br />

fuera, que veía en los Verdurin, no habría sido lo bastante fuerte a<br />

desencadenar su indignación y arrancarle la condenación de sus<br />

infamias., si los Verdurin no hubieran invitado a Forcheville y a él no.<br />

E indudablemente la voz de Swann veía más claro que él, cuando se<br />

negaba a pronunciar aquellas palabras de asco hacia el círculo<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

244

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!