05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

deseo de substituirle por patatas bechamel, sacaba de la acumulación<br />

de tantos días monótonos, a que tan apegada era, la esperanza de un<br />

cataclismo doméstico, limitado a la duración de un instante, pero que la<br />

obligaría, de una vez para siempre, a uno de esos cambios que le serían<br />

saludables; ella lo reconocía, pero por sí sola no podía decidirse a<br />

emprender. Nos quería de verdad, y le hubiera gustado llorarnos; y de<br />

llegar en una ocasión en que se encontrara ella bien y sin sudar, la<br />

noticia de que la casa estaba ardiendo, de que ya habíamos<br />

perecido todos y de que pronto no quedaría ni una piedra en pie,<br />

aunque ella podría salvarse sin prisa, con tal de que se levantara<br />

inmediatamente, debió alimentar muchas veces sus esperanzas,<br />

porque reunía a las ventajas secundarias de hacerle saborear en un<br />

sentimiento único todo su cariño a nosotros, y de causar el pasmo <strong>del</strong><br />

pueblo, presidiendo el duelo, abrumada y valerosa, moribunda, pero<br />

en pie, la más preciosa ventaja de obligarla en el momento oportuno, y<br />

sin perder <strong>tiempo</strong>, y sin posibilidad de dudas molestas, a irse a pasar el<br />

verano a su hermosa hacienda de Mirougrain, que tenía una cascada<br />

y todo. Como nunca ocurrió ningún caso de éstos, cuyo perfecto<br />

éxito meditaba, sin duda, cuando estaba sola, absorta en uno de sus<br />

innumerables solitarios (y que la hubiera desesperado al primer<br />

comienzo de realización, al primero de esos detalles imprevistos, de esa<br />

palabra que anuncia una mala noticia, y cuyo tono no se olvida<br />

jamás, de todo lo que lleva la huella de la muerte verdadera, muy<br />

distinta de su posibilidad lógica y abstracta), se resarcía, para dar de<br />

cuando en cuando mayor interés a su vida, introduciendo en ella<br />

peripecias imaginarias a cuyo desarrollo atendía apasionadamente.<br />

Gozábase en suponer de pronto que Francisca le robaba, que ella<br />

recurría a la astucia para averiguarlo, y que la cogía con las manos<br />

en la masa; acostumbrada, cuando jugaba ella sola a las cartas, a<br />

jugar con su juego y el riel adversario, se pronunciaba a sí misma las<br />

excusas tímidas de Francisca, y contestaba a ellas con tal fuego e<br />

indignación, que si uno de nosotros entraba en ese momento, la<br />

encontraba bañada en sudor, con los ojos echando chispas y los<br />

postizos caídos, dejando al descubierto su calva frente. Francisca quizá<br />

oyera alguna vez, desde la habitación de al lado, corrosivos sarcasmos a<br />

ella dirigidos, y cuya invención no hubiera servido da bastante alivio a<br />

mi tía, de haber quedado en estado puramente inmaterial, y si no les<br />

hubiera dado realidad murmurándolos a media voz. A veces, ese<br />

.espectáculo desde la cama. no parecía bastante a mi tía, y quería ver<br />

representadas sus comedias. <strong>En</strong>tonces, un domingo después de cerrar<br />

misteriosamente las puertas, confiaba a Eulalia su dudas respecto a la<br />

probidad de Francisca, y su intención de despedirla, y otras veces era a<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

99

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!