05.08.2013 Views

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

Librodot En busca del tiempo perdido I Marcel ... - Biblioteca Virtual

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

en el bosque, desde el fondo <strong>del</strong> landó de los Verdurin, suplicarle<br />

inútilmente, con aquel aire de desesperación que notó hasta su<br />

cochero, que volviera con él, para tener luego que irse solo y vencido<br />

por otro lado, Odette debió de lanzar a Forcheville, mientras le<br />

decía: .Qué rabioso está, ¿eh?., las mismas miradas brillantes,<br />

maliciosas, bajas y solapadas que el día en que Forcheville echó a<br />

Saniette de casa de los Verdurin.<br />

Y entonces Swann la detestaba. .También soy yo tonto en estar<br />

pagando con mi dinero el placer de los demás. Pues que no se fíe y<br />

que tenga cuidado en no tirar mucho de la cuerda, porque pudiera<br />

darse el caso de que no soltara un céntimo. Por lo pronto, voy a<br />

renunciar provisionalmente a los regalos suplementarios.<br />

¡Pensar que ayer mismo, porque me dijo que tenía ganas de ir a<br />

la temporada de Bayreuth, cometí la majadería de ofrecerle<br />

alquilar uno de los castillos <strong>del</strong> rey de Baviera para nosotros dos, allí<br />

cerca!<br />

¡Y no la ha emocionado mucho, no dijo que sí ni que no, ojalá<br />

diga que no: ¡Qué divertido debe ser estarse quince días oyendo música<br />

de Wagner con ella, que le importa Wagner lo mismo que a un pez una<br />

castaña!.. Y como su odio, al igual que su amar, necesitaba<br />

manifestarse, hacer algo, se complacía en llevar cada vez más lejos sus<br />

malas figuraciones, porque, gracias a las perfidias que atribuía a Odette,<br />

la detestaba más, y podría, si .cosa que le agradaba pensar. fueran<br />

ciertas, tener ocasión de castigarla y de saciar y en ella su creciente<br />

cólera. Llegó hasta suponer que Odette iba a escribirle pidiéndole<br />

dinero para alquilar el castillo ese junto a Bayreuth, pero<br />

avisándole que Swann no podría acompañarla, porque había prometido<br />

invitar a Forcheville y a los Verdurin. ¡Cuánto se habría alegrado de<br />

que Odette tuviera semejante atrevimiento! ¡Qué alegría en negarse,<br />

en redactar la contestación vindicatoria! Y se complacía en escoger<br />

los términos de la respuesta, en enunciarlos en alta voz, como si en<br />

efecto ya hubiera recibido la carta de Odette.<br />

Pues eso mismo es lo que ocurrió al otro día. Odette le<br />

escribía que los Verdurin y sus amigos manifestaron deseos de asistir a<br />

las representaciones wagnerianas, y que si Swann le mandaba<br />

dinero, podría tener el gusto de invitarlos, correspondiendo así a sus<br />

muchas y frecuentes atenciones. De Swann, ni una palabra; se<br />

sobrentendía que la presencia de los Verdurin excluía la suya.<br />

De modo que iba a tener el gozo de mandarle aquella terrible<br />

respuesta que había redactado, palabra por palabra, el día antes, sin<br />

esperanza de tener que utilizarla nunca. Claro que sabía Swann<br />

que Odette, con el dinero que tenía, o que se procuraría<br />

<strong>Librodot</strong> <strong>En</strong> <strong>busca</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> I <strong>Marcel</strong> Proust<br />

255

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!