Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

lo y cuente las estrellas. Basándose en este texto antiguo
se dirá más tarde (Dt 1,10; 10,22; 28,62) que
Israel es numeroso como las estrellas del cielo.
6. Este v. 6 es el texto más citado sobre Abram,
nuestro «padre en la fe»: «Ycreyó él en Yahvé, el cual
lo valoró como justicia» (Rom 4; Gal 3,6-9). Es la
reflexión teológica con la que el redactor interpreta
el sentido y el valor de toda la escena. Resume la
actitud de Abram en «creyó en Yahvé», es decir, se
apoyó firmemente en él como en alguien del que
estaba seguro de que no le fallaría. Esa confianza de
Abram agradó tanto a Yahvé que «lo valoró como
justicia». Dios no tuvo en cuenta aquel primer titubeo
de Abram. Dios sabe que a veces él mismo hace
difícil al hombre la fe. Pero, cuando el hombre supera
el escollo en el diálogo con Dios, como Abram, y
se fía de él y sólo de él, esto agrada mucho a Dios.
7-21. Segunda escena
7. De la misma forma que el éxodo de los israelitas
de Egipto habría sido absurdo si Dios no les
hubiera dado la tierra de Canaán, así también la salida
de Abram de Mesopotamia sin el consiguiente
don de la tierra. Dios no exige al hombre una renuncia
que no tenga, generalmente a la larga, una generosa
compensación.
8. De nuevo Abram siente dificultad en admitir
una promesa que chocaba tanto con la realidad, y le
pide a Dios una señal. A Dios no le molesta esa petición:
la considera normal, y le concede el signo que
pide.
9-10. Es notable que la ejecución de Abram va
más allá de la orden recibida. Se da por supuesto que
Abram entiende sin más para qué quiere Yahvé los
animales.
Estamos ante un rito de pacto o alianza. Los dos
contratantes pasaban uno tras otro por entre los animales
muertos, pronunciando una autoimprecación
por la que cada uno se deseaba a sí mismo una suerte
semejante a la de aquellos animales, si quebrantaba
la palabra dada («¡Así me parta Dios...»). Este
rito es transferido aquí a Yahvé, quien corrobora su
promesa de la tierra. Como no es un pacto bilateral,
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sino una promesa gratuita de Dios, es sólo Dios el
que pasa por entre los animales; Abram es mero
espectador.
Tenemos pocos datos acerca de aquel rito. Se
alude a un rito similar en Jr 34,18-19, donde se habla
sólo de un becerro. En textos de Mari se menciona
sólo un asno. No sabemos por qué aquí la lista es tan
completa; quizás en algunos casos se daba mayor
solemnidad a la ceremonia con una multiplicación
de los animales.
11. «Los buitres bajaron sobre los cadáveres, pero
Abram los espantó», es otra frase sin ningún paralelo
en toda la Biblia. Tampoco sabemos que tenga
ningún simbolismo especial. Pero tiene un gran
valor narrativo. Abram sabe que él no ha partido
aquellos animales para que sean pasto de las aves
rapaces: hay que dar tiempo a que Dios actúe.
12. «Estaba ya el sol para ponerse, cuando cayó
sobre Abram un sopor, y he aquí que cayó sobre él un
pavor, una densa oscuridad». Es otra frase única. Lo
que va a suceder lo verá Abram en lo profundo de un
sueño y en lo más denso de la oscuridad, y le infunde
de antemano gran pavor.
13-16. Como hemos dicho, estas promesas de
Yahvé, que interrumpen el rito, son posteriores a la
narración primitiva. Contienen: a) Una síntesis anticipada
de la historia de Israel hasta el éxodo, b) Una
afirmación de que la esclavitud de Egipto duró 400
años no por casualidad sino conforme al plan de
Dios, c) Una interpretación de la historia de las plagas
y la salida como un castigo a los egipcios por la
opresión a la que habían sometido a los israelitas, d)
Un dato recogido de una de las tradiciones del éxodo
de que los israelitas salieron de Egipto ricos a costa
de los egipcios (Éx 3,21-22; 11,2-3; 12,35-36). e)
Un anuncio para el mismo Abram de que no llegará
a ver esos acontecimientos, pero morirá «en paz»:
tendrá una buena muerte, no será arrancado en la
mitad de la vida, sino cuando ésta llegue a su límite
natural, será enterrado con sus padres, que le precedieron
en volver a la tierra (el narrador P lo afirmará
cumplido en 25,8, pero con otro lenguaje). Un
comentarista hace notar que es la primera vez que